Reconocido por su gran liderazgo y entrega en la cancha, ahora inspira a los futuros talentos para triunfar en el futbol.

Originario de Ciudad Juárez, desde pequeño soñó con convertirse en futbolista profesional, y lo logró. Reconocido por su trayectoria en el Club León y el cariño que le profesa la afición leonesa, durante más de una década fue un elemento clave en el ascenso del equipo en el año 2012. Sus habilidades como mediocampista lo consolidaron como un ícono del fútbol de nuestro país. Tuvimos la oportunidad de platicar con él y nos contó los grandes acontecimientos de su carrera, así como la fundación de su equipo de tercera división: Leyendas Unidas.

¿En qué momento incursionas de manera profesional en el futbol?

Siempre soñé con jugar profesionalmente. Desde pequeño jugaba con mis amigos y mis hermanos. Recuerdo que veía los partidos del mundial y del fútbol mexicano y me provocaba mucha ilusión imaginar que algún día debutaría en primera división. Participé en unas pruebas que hizo el Club Morelia en ese tiempo en Monarcas, pero como no tenían casa club, terminé en una escuela de Pachuca en Ciudad Juárez. Luego viajé a Pachuca, donde finalmente fui aceptado en sus fuerzas básicas.

¿A qué tuviste que renunciar por tu sueño de ser futbolista profesional?

Se sacrifican muchas cosas, como fiestas, cumpleaños, incluso fallecimientos de tíos y abuelos. También fechas importantes como Navidad, además, en ese momento no tenía para comprar un avión y regresar. Y ni cómo irme en camión, porque eran 27 horas desde Pachuca, pero mi objetivo siempre fue claro: tenía que cumplir mis sueños, porque yo sabía que tenía la calidad para hacerlo.

¿Cuál fue el primer equipo en el que jugaste de manera profesional?

Indios de Ciudad Juárez. Sin embargo, fue un poco frustrante mi experiencia ahí porque no tenía muchas oportunidades de jugar y demostrar mi talento, pero seguía trabajando duro porque sabía que, si esa puerta se cerraba, tendría que luchar por abrir otros.

Luego fui llamado para jugar en el Pachuca donde estuve 10 años, contando mi proceso de formación y mi tiempo en primera división, hasta que se presentó la oportunidad de irme al Club León, que significó una nueva etapa en mi carrera.

¿Cómo fue tu llegada al Club León?

Fue complicado al principio, ya que había comprado mi primera casa en Pachuca con mucho sacrificio. Y después de pensarlo mucho y hablarlo con mi esposa, decidí tomar el reto, porque fue un verdadero desafío iniciar con el club estando en segunda división, pero me animé y al día de hoy no me arrepiento.

Como equipo teníamos un peso enorme encima, porque se habían perdido varias finales de ascenso. Y cuando llegamos, decían que no creían en nosotros y que solo éramos relleno, pero sabíamos que veníamos a una institución muy exigente y a una afición que es aún más, por lo que eso me motivó a dar buenos resultados.

Platícanos tu experiencia en el ascenso y el bicampeonato.

Fue un momento inolvidable, nos cambió la vida totalmente a todos. No solamente en lo económico, sino también en que muchos equipos ya se fijaban en ti. El Club León comenzó a mencionarme en todos lados, y eso hizo que aún recayera mayor responsabilidad en nuestros hombros, pero no nos hicimos pequeños y seguimos adelante, logrando el bicampeonato, una de las experiencias más espectaculares que ha vivido el club hasta la fecha.

¿Cómo fue la decisión de retirarte?

Al regresar de Viña del Mar me quedaban seis meses de contrato, pero el club me dijo que ya no estaba entre sus planes. Sinceramente ya me encontraba cansado mentalmente, por lo que decidí retirarme, aunque físicamente aún podía jugar. Preferí dedicar tiempo a mi familia y a otros proyectos, como Leyendas Unidas donde formamos jóvenes para que tengan la oportunidad de desarrollarse en el futbol.

“Mientras tengas claros tus objetivos, todo se puede lograr”