Beatriz Ovando, mujer apasionada por lo que hace, madre de tres hijos y empresaria innovadora desde hace más de 30 años, cuenta con una licenciatura en Administración de Empresas y una maestría en Negocios por el Tecnológico de Monterrey. Hoy es directora de Silvertech, empresa que surge en medio de la contingencia por Covid-19 aprovechando la nanotecnología de plata.

Platícanos, ¿cómo surge la idea de emprender tu marca, Silvertech?

Corría el mes de marzo cuando estábamos en medio de la pandemia y tuvimos que ir a nuestras casas. Fue una situación terrible, ya que de un día para otro nos encontramos sin ventas, sin cobranza y con todo tipo de obligaciones laborales.

En mi empresa, Caimi León, somos un grupo de socios chilenos y mexicanos que ante la situación, decidimos hacerle frente con un proyecto de nanotecnología de plata aplicada en cubrebocas. Fueron jornadas maratónicas de planeación, sin embargo, comprobé que cuando un equipo está enfocado y con la meta muy clara, es capaz de lograrlo todo.

¿Cómo fue el proceso de creación de cubrebocas con esta tecnología?

Tuvimos dos versiones del producto, la primera versión fue un cubrebocas pespuntado, con permiso de la COFEPRIS para trabajar, la segunda versión fue ya un producto industrializado, elaborado con maquinaria automática en todo el proceso. Al día de hoy, logramos no solo logramos recuperar empleos sino generar algunos más.

¿Cuáles fueron los retos a los que se enfrentaste al emprender?

El reto más grande fue lograr una serenidad mental, pues más de 100 familias dependían de mí y siendo su líder, tenía que brindar apoyo moral y económico, fue muy abrumador.

¿Cuáles son los principales productos que ofrecen en la actualidad?

Tenemos dos líneas de productos. Nuestros cubrebocas en dos presentaciones, el modelo Plus y 2’S, ambos con el recubrimiento de nanopartículas de plata. Y la segunda línea, el líquido sanitizante con nanopartículas de plata.

¿De qué manera están innovando en el mercado?

La nanotecnología de plata nos brinda múltiples beneficios como eliminar

virus y bacterias constantemente, lo que hace que nuestros cubrebocas tengan una vida de hasta 100 horas de uso, gracias a su efecto de autosanitización. Esto a su vez, aminora el impacto ambiental, pues una de nuestras mascarillas sustituye a 10 o 12 tradicionales, lo que implica ahorro de agua y una menor huella de carbono. Además, nuestras telas tienen mayor densidad de protección, por lo que usamos menos capas, haciéndolas cómodas y ligeras de usar.

¿Cuáles son tus principales canales de distribución?

Nuestros principales canales son ventas directas B2B a través de nuestros representantes en las principales ciudades de México. También tenemos canales B2C a través de nuestra página web, redes sociales y diversos puntos de venta en la ciudad de León.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere emprender su propia empresa?

Mi principal consejo es que se conozca muy bien y que domine sus miedos internos. La fortaleza te la dás tu mismo y si no eres fuerte, cualquier problema te tirará emocionalmente hablando. Además, en estos tiempos es imperante abordar la responsabilidad social y ambiental desde el inicio.

¿Cuáles son tus próximos planes?

La internacionalización de la marca. Ya realizamos una primera exportación, gustó mucho el producto y pretendemos ampliar el abanico de productos con nanotecnología de plata.

“Hemos logrado proteger más de 200,000 vidas y eso nos da una gran satisfacción y motivación para seguir por este camino de cuidar la salud”

www.silvertech.mx

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