El Dr. Jesús Ocádiz, cirujano laparoscopista de Médica Campestre, cuenta con una especialidad en Cirugía General, otra en Cirugía Endoscópica Avanzada y una maestría en Cirugía Bariátrica y Obesidad. Con 12 años formando parte del staff del Hospital Médica Campestre, ha tenido gran participación con la cirugía de brazo robótico en el hospital, donde han sido pioneros en varias técnicas en el empleo de esta herramienta de vanguardia.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI SER PARTE DEL EQUIPO DE HOSPITAL MÉDICA CAMPESTRE?

Para mí representa una oportunidad de desarrollo, así como de agradecimiento por la comunicación bilateral y la oportunidad de evolucionar como especialista en el área en la cual me desempeño, y así brindar una atención oportuna a mis pacientes.

JESÚS, ¿CÓMO HA IMPACTADO EN TU ÁREA EL USO DEL BRAZO ROBÓTICO?
Hemos tenido dos años trabajando con el brazo robótico y básicamente lo usamos para procedimientos complejos en donde la destreza laparoscópica requiere un plus, es decir, hernias complejas, tratamiento de reconstrucción de abdomen, cirugía gastrointestinal, entre otros procedimientos que, tradicionalmente se realizan por vía laparoscópica.

¿CÓMO TE MANTIENES EN CONSTANTE ACTUALIZACIÓN?

Es importante indagar sobre las nuevas áreas de oportunidad.
Hay muchos callejones sin salida en la medicina, hay innovaciones emergentes, por lo que es importante dedicarle tiempo al estudio y a la investigación.

¿QUÉ VIENE PARA JESÚS OCÁDIZ
PRÓXIMAMENTE?

Pues seguir trabajando en la preparación de más casos, además estamos desarrollando una publicación para mandarla analizar y probablemente estaremos preparando algo especial para el congreso de Médica Campestre que se realizará este año.

PLATÍCANOS UN CASO DE ÉXITO DONDE SE HAYA IMPLEMENTADO ESTA TECNOLOGÍA

Es muy importante saber que el brazo robótico tiene varios ángulos de movimiento; tiene prácticamente 360 grados y eso nos facilita mucho el trabajar en zonas abdominales de difícil
acceso. Lo controlamos mediante un joystick y está programado para ir al lugar donde queremos, pero siempre es controlado por nosotros, no es un robot autónomo.

Hemos tenido casos, como el de un paciente con obesidad grado 3 que tenía una hernia gigante, llamada hernia con pérdida de dominio, en donde había un mayor contenido intestinal fuera del abdomen que adentro.

Tuvimos que combinar varias técnicas en este paciente, incluyendo el brazo robótico, además de usar toxina botulínica para hacer que los músculos se centraran y hacer una disección con el robot en un colgajo que no implicara
una mayor infección o que se volviera a abrir.

Al combinar la laparoscopía y el brazo robótico, este tipo de riesgos disminuyen, logrando una rápida recuperación. A los tres meses, el paciente ya estaba trabajando.

Hace poco transmitimos un caso en vivo con el brazo robótico a un congreso que tuvimos en enero de este mismo año en Brasil y allí presentamos el cierre muscular de diástasis y la colocación de una malla para reparar una hernia umbilical, todo por medio de tres incisiones muy pequeñas en el dorso del paciente y se pudo hacer con el brazo robótico. El tiempo quirúrgico fue menos de 40 minutos y al ser de mínima invasión, el paciente se recuperó rápidamente.

COMPÁRTENOS MÁS DE ESTE CONGRESO, ¿CUÁL FUE EL IMPACTO DE TU PARTICIPACIÓN?
Fue algo muy bueno. Si bien la innovación en la medicina va creciendo a pasos agigantados, los directivos de las asociaciones principales que estuvieron presentes nos extendieron una felicitación por la iniciativa y en cuando a la población general, despertó mucho interés, tuvimos recomendaciones, preguntas en páginas, en redes sociales y lo más gratificante, es que hubo mucha participación.

“El reto más grande es mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional, así como encontrar tiempo para actualizarse”

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