Especialista en tórax y corazón, dirige programas de vanguardia para una mejor atención en el Hospital Médica Campestre

Cirujano cardiotorácico con certificación en la población pediátrica y de adultos, cuenta con más de 20 años de experiencia. Inició su formación médica en Aguascalientes en 1996, completando siete años de medicina general y tres de cirugía general en Monterrey, donde también realizó su subespecialidad. Desde el año 2011 ejerce en la ciudad de León, Guanajuato, comenzando en 2012 su trayectoria en el Hospital Médica Campestre con la primera cirugía de corazón a nivel hospital.

¿Qué fue lo que te motivó a especializarte en esta área de la medicina?

La cirugía cardíaca me pareció muy entendible. Cuando llevé la parte clínica se me hizo muy fácil, por lo que, comparándola con otro tipo de cirugías, comprendí que podía cambiar la expectativa y calidad de vida de los pacientes. Tiempo después también me entrené para atender a la población pediátrica, así que desde entonces manejo tórax, pulmón, esófago, tórax óseo, sin embargo, me identifican más por la cirugía compleja que es la cardíaca.

¿Qué tipo de cirugías realizas con mayor frecuencia?

En adultos realizo implantes valvulares sobre el corazón, cirugía de revascularización miocárdica, que consiste en colocar puentes al corazón para llevar flujo sanguíneo en áreas obstruidas. Respecto a la población pediátrica, es un universo, cada paciente es diferente, por lo que aprendemos algo distinto en cada intervención.

¿Qué significa para ti formar parte del staff del Hospital Médica Campestre?

Apertura, amistad, colaboración, entendimiento y libertad de expresión. Contamos con todo el apoyo de los directivos, ejemplo de ello son los nuevos protocolos que se están llevando a cabo en el hospital para desarrollar tres programas que, sin duda, agilizarán nuestra labor para beneficio de los pacientes.

El primero es un laboratorio dentro del quirófano, cuyo propósito es hacer cambios dinámicos y tratamientos en un paciente grave, teniendo la posibilidad de obtener resultados de cinco a diez minutos. El segundo consiste en implementar alternativas a la transfusión, pues queremos que el paciente llegue en las mejores condiciones posibles para que pueda salir sin necesidad de transfusión.

El tercer programa está enfocado en dar soporte al cardiólogo intervencionista a través de un equipo quirúrgico disponible para brindar respuesta en menos de dos horas y atender posibles complicaciones en la sala de hemodinamia.

¿Con qué innovaciones cuenta esta institución médica para tu labor?

Desde que llegué a este Hospital, ha existido una evolución constante. Si bien, hace aproximadamente ocho años logramos cubrir lo básico, con el tiempo se han estado trabajando recursos de primer mundo.

Hemos logrado contar con los mejores equipos de vanguardia en el mercado y se ha seguido trabajando para ir de la mano con las tendencias globales en cuanto a tecnología médica se refiere, así como a procesos que nos ayuden a salvar vidas.

En el Hospital Médica Campestre tenemos trato con los directivos, lo que hace más fácil un acercamiento con el staff médico, algo que es más complicado con otros hospitales de la región, y para una cirugía tan delicada donde ocupamos tantas estancias como terapia intensiva, quirófano, sala de hemodinamia, sala de cateterismo y urgencias, aquí tenemos lo necesario para velar por la salud de cada paciente.

¿Qué es lo que sigue para el Hospital?

Lo que sigue es contar con protocolos establecidos y documentados, hacer buen uso de todo el laboratorio que tenemos dentro de quirófano y avanzar en los próximos meses o años para pasar de una práctica de transfusión restrictiva a la no trasfusión durante cirugías cardíacas.

“Con vocación de entrega, el cirujano de corazón se debe a todos”