Posicionados como dos grandes influencias dentro de la industria del calzado en León, buscan ser impulsores del desarrollo de este gremio
Daniela y Juan Carlos provienen de familias tradicionalmente zapateras que han generado un antes y un después en el giro del zapato leonés. Actualmente, Daniela es la primera vicepresidenta de SAPICA y directora general de Calzado Salamandra. Mientras que Juan Carlos, es el presidente más joven que asume la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG). Juntos, con dedicación y esfuerzo, buscan fortalecer la identidad de León abrazando su mejor mercado.
Cuéntenos, ¿cómo fue crecer en una familia de zapateros?
Daniela: Mi papá es el fundador de Salamandra, quien la inició como una pica a sus 16 años. Yo me incorporo al negocio la edad de 22 años, ya que mi hermano nunca estuvo interesado en el mundo del calzado. Después hago una pausa y hace 7 años mi papá me pidió regresar, y acepté, con una mentalidad más madura y haciendo mejor equipo que antes.
Juan Carlos: En mi caso, todo inicia con mi bisabuelo que llegó al país desde Medio Oriente en 1920. Pero fue mi abuelo el que decide meterse de lleno al tema del calzado y tras mucho pensarlo junto a mi abuela, inician su historia con la marca Coqueta para niñas,posteriormente con Audaz para niños. Aunque yo comencé mi carrera como restaurantero mientras estudiaba, en el año 2015 me incorporé a la empresa familiar.
¿Cuáles han sido los retos más difíciles de sus puestos actuales?
Daniela: Estar al frente de Salamandra, una compañía mayormente gestionada por hombres, es retador. Sin embargo, me gusta trabajar con hombres, aunque claro, tienes que demostrarles demasiado para que crean en ti. Por otro lado, estar en la vicepresidencia de SAPICA tiene un peso fuerte, porque dices: si fallo, en lugar de abrir las oportunidades a mujeres, a lo mejor vuelvo a bloquear el camino. Es complicado porque las expectativas y los ojos están sobre ti.
Juan Carlos: Aunque no sentía miedo, sí tenía muy presente el tema del reto. Pues, cuando tomas una decisión así, se involucra sobre todo el tiempo para tu familia y tu empresa. Es necesario tener muy claro el objetivo y el camino, y en mi caso particular, esta decisión proviene de una visión clara porque yo quiero seguir en esta industria y quiero pasar muchos años de mi vida en esta empresa e industria que me encanta.
¿De qué manera han logrado marcar una diferencia desde sus puestos?
Daniela: Por otro lado, con SAPICA tenemos el semillero SAPICA Learning donde nos enfocamos en los estudiantes pues queremos hacer que esta industria sea atractiva para que trabajen en ella. Porque eso también se ha perdido un poco, ese arraigo del zapatero, de sentirnos orgullosos, pues se ha ido perdiendo de generación en generación.
Juan Carlos: Actualmente, vivimos un momento de muchísimos cambios y creo que sería imprudente hacer las cosas de la misma manera, y es que no debemos cambiar por cambiar, sino adaptarse y evolucionar. Algo que estamos haciendo desde la cámara es un convenio con Gobierno del Estado, específicamente con la innovación, donde haremos una Casa del Emprendimiento, que contará con programas que muestren las bases de las tecnologías como la IA y sus aplicativos para muchísimos temas.
¿Cómo visualizan el futuro del calzado?
Daniela: Como humanos, nos queda mucho tiempo para seguir usando zapatos. Sin embargo, aunque es un producto muy básico que sirve al final para cubrir el pie y caminar, también puede inspirar, crear historias y hacerte sentir de ciertas maneras al ponértelo.
Juan Carlos: Yo creo que es una industria muy arraigada a la ciudad y que así va a permanecer. Sin embargo, no como la conocemos hoy.