Samantha Salas se describe a sí misma como una persona con determinación que lucha por lo que quiere y se apega a la disciplina para lograrlo. Es licenciada en Negocios Internacionales por la Universidad Autónoma de Nuevo León y además está considerada en el Top 5 como atleta profesional de raquetbol a nivel mundial. Durante su trayectoria ha cosechado no solo triunfos, medallas y títulos, sino también experiencias y valores.

Platícanos, ¿cómo comienza tu pasión por el raquetbol?

Mi pasión por el raquetbol inicia a los 12 años. A tan solo un mes de conocer este deporte, me di cuenta desde el primer momento que la adrenalina que me provoca, solo el raquet me la da. La garra que siento al meter un tiro bueno, alcanzar una bola difícil, esa satisfacción de ganar un partido.

¿En qué momento decides dedicarte profesionalmente a este deporte?

En el mundial del 2004, logré ser la primera mexicana en obtener el título mundial remontando un marcador de 1-9 contra Estados Unidos, ganando 11-9. Sentí tanta pasión al reafirmar mi potencial y carácter, que fue esa mentalidad de ganadora la que me permitió seguir con grandes victorias.

¿Qué recuerdos tienes de tu primera competencia profesional?

Fui a probarme como juvenil en esa categoría a Rosarito, Baja California teniendo 17 años. Tuve la oportunidad de competir con la entonces considerada número 1 y me ganó fácil, algo que me dio mucho coraje. Pero este sentimiento hizo que no me rindiera hasta lograrlo, nunca acepté esa derrota, por lo que entrené duró y un año después le gané.

Desde tu experiencia como atleta profesional, ¿cuáles son las habilidades imprescindibles para convertirte en la mejor en esta disciplina?

Sin duda considero que lo primero es tener templanza para controlar tu carácter, resistencia, agilidad, flexibilidad, potencia en piernas y precisión.

Háblanos sobre alguna de las competencias más importantes en la que hayas participado y que dejó huella en tu trayectoria.

De hecho fueron dos competencias, una fue el mundial del 2004, que ya mencioné, y la otra fue en el Campeonato Mundial del 2010 en Corea, donde gané con Paola Longoria en la categoría dobles femenil. Estados Unidos siempre había ganado ese campeonato, por lo que fue todo un acontecimiento que quedáramos campeonas, además por el contexto que había detrás.

En el primer set, una de las raquetbolistas de Estados Unidos me golpeó con la raqueta en la cara, lacerándome el labio inferior. Fue un momento difícil pero decisivo, quise seguir porque habíamos entrenado mucho, no me rendí y seguimos en la cancha, logrando una victoria memorable.

¿Qué viene próximamente para Samantha?

Calificar al próximo Campeonato Mundial y representar a mi país; quiero ganar en singles y me encantaría ganar un cuarto título en dobles, ya que he sido campeona mundial de esta modalidad 3 veces. Además de seguir manteniéndome en el top mundial, donde he estado por más de 8 años consecutivos.

Cada esfuerzo, sacrificios y lesiones han valido la pena. Nada ha sido regalado, he trabajado cada medalla y ha sido un orgullo poner a mi bandera en lo alto tantas veces”

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