Emprendedora creativa apasionada por lo vintage, fundó Killer Diller fusionando moda circular, estilo y sostenibilidad
Desde temprana edad, Claudia tuvo un interés especial por las ventas, que inició a los 6 años de edad vendiendo desde dulces hasta productos de belleza. Su formación en Diseño de Modas y Calzado en la Universidad De La Salle Bajío fortaleció su visión estética, por lo que, aunado a su gusto por los artículos vintage, decidió fundar su propio proyecto de moda circular.
En tu experiencia, ¿cuáles fueron los principales obstáculos a los que te enfrentaste al emprender?
Hace diez años fue difícil porque no era bien percibido comprar ropa de segunda mano. Era algo para una clase social baja, y aun cuando todo estaba ordenado y limpio, salían corriendo cuando se daban cuenta. Ahora ya está totalmente normalizado, incluso es “cool” usar ropa usada.
¿Cómo ha evolucionado Killer Diller desde que abrió sus puertas?
Principalmente pasamos de vender ropa vintage y lujo exclusivamente de 20 años de antigüedad a ser un modelo de negocio de reventa de artículos de segunda mano en un esquema de consignación. Al día de hoy tenemos alrededor de 1,600 asociados activos.
Háblanos de los productos que ofrece la marca. ¿Qué criterios sigues para seleccionar cada pieza?
Tenemos desde fast fashion, premium, vintage y lujo, no manejamos ningún tipo de piratería. Siempre estamos en constante ajuste de nuestros estándares de calidad, sobre todo enfocado a la demanda de estilo de lo que el consumidor busca y el estado de las mismas.
Desde tu punto de vista, ¿qué valor tiene la moda circular en el contexto actual?
La industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, se dice que podríamos no producir una sola prenda y tendríamos ropa para todo el mundo por algunas décadas. Para mí siempre ha sido fundamental no solo el consumo de segunda mano, sino un consumo más consciente.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Nacimos como un e-commerce, sin embargo, no vendíamos por ese medio. Ahora consideramos que tenemos la suficiente demanda, por lo que relanzaremos nuestro sitio web. Además, queremos crecer nuestra participación de mercado en ciudades como CDMX, Guadalajara y Monterrey. Por otro lado, migraremos hacia una tienda más digital, remodelaremos nuestro showroom y ofreceremos toda una experiencia, más hacia una concept store con cafetería.