La pandemia supuso una gran cantidad de cambios en los hábitos tanto personales como laborales de buena parte de la población, que desde el punto de vista de la sustentabilidad, impactaron tanto positiva como negativamente. Comentaré sobre algunos de ellos:
- Trabajo a distancia, o “home office”. Desde el lente de la sustentabilidad, esta medida ha sido sumamente benéfica, pues evitó el traslado de la gente a sus sitios de trabajo, lo cual disminuyó considerablemente las emisiones a la atmósfera. Generó, por otro lado, la disminución de consumo energético en los lugares de trabajo y a su vez, incrementó el consumo en las viviendas de aquellos que se quedaron en casa.
- Reuniones a distancia. Se descubrió que en muchas ocasiones no es indispensable el trabajar de forma presencial, y en ocasiones se llegó a ser más eficiente con el uso del tiempo; se evitaron con esto traslados tanto de forma local como foránea, e incluso internacional.
- Educación a distancia. Esta medida tuvo un enorme impacto, al reducir los traslados cotidianos de millones de niños a la escuela, disminuyéndose con ello el tráfico vehicular en las ciudades de forma importante. Por otro lado, los congresos, conferencias y seminarios de diferentes niveles se llevaron, del mismo modo a distancia, disminuyendo su impacto en el medio ambiente.
- Conciertos, obras de teatro y espectáculos en línea. Al igual que en los casos anteriores, las emisiones vinculadas al traslado de las personas disminuyeron. Además, se abrió la posibilidad para poder disfrutar de espectáculos remotos, que de otro modo habría sido sumamente complejo atender.
Lecciones aprendidas y retos para el 2023
Dentro de los aprendizajes que nos dejaron los últimos dos años, sugiero tomar en cuenta las siguientes medidas:
- Considerar el formato a distancia para reuniones que son más informativas que colaborativas, especialmente aquellas que sean multitudinarias.
- Regresar a compartir el vehículo con compañeros de trabajo o de escuela, una vez superada la etapa crítica de la pandemia.
- Aprovechar la amplia gama de cursos de capacitación, diplomados y oferta de educación formal en formato virtual.
- Visitar por videollamada a nuestros seres queridos que tenemos lejos con la frecuencia que se hizo durante la pandemia, cuando nos sea imposible visitarlos de forma presencial.
- Y finalmente, no dejen de cuidarse y valorar cada instante de la vida.