Aprende a validar tus emociones

Una vez, en plena pandemia, después de una junta, de esas que todos sufrimos por Zoom, comenté la situación tan delicada en la que se encontraba el proyecto en el que trabajaba. Fue entonces, cuando alguien del equipo dijo: “Hay que ver el lado bueno de todo, Rodrigo. Lo importante es vibrar alto”. Ahí comprendí algo importante. Nos estaba pidiendo ser positivos a costa de nuestra inteligencia emocional.

Vivimos tiempos donde parecer feliz se volvió una obligación. Si estás cansado, frustrado o simplemente en desacuerdo con algo, te dicen: “no te quejes, hay gente peor”, “todo pasa por algo”, “agradece, podría ser peor” … un sinnúmero de frases positivas que solo minimizan nuestros sentimientos y frustración.

Sobrevivir a la positividad tóxica

Y es que el próblema no es la actitud positiva, es la “positividad tóxica”. Esa negación que, aunque pareciera algo común e inofensivo, puede ser altamente peligroso tanto en lo personal como en entornos de trabajo. Presionamos a los demás para que sonrían y estén “bien”, aunque por dentro estén colapsando. Invisibilizamos el agotamiento para un “tú puedes, siempre has podido”.

Sobrevivir a la positividad tóxica

Sobrevivir a la positividad tóxica no significa volverse pesimista, sino permitirse estar bien y no tan bien, según el momento; que tambien se vale llorar, frustrarse y gritar. También es una forma de conocer nuestras emociones y saber modularlas. Así que aprende a validar tus emociones. Si te duele algo, dilo; si algo te preocupa, menciónalo. Aprende a normalizar y reconocer lo que sientes, será un gran alivio para ti y los que te rodean.

No todo tiene que estar resuelto. A veces solo basta con detenerse, mirar en retrospectiva y preguntarte: ¿voy bien?, ¿este es el camino correcto? Las emociones serán tu respuesta. Y si alguien te pide tu opinion, sé honesto. No todo tiene que ser color de rosa, hay que ser asertivos, verás cómo tú y la otra persona se sentirán mejor.

Sobrevivir a la positividad tóxica

No estoy diciendo que vayas por la vida como en las caricaturas con una nube gris sobre la cabeza. Te invito a que seas auténtico, a que dejes de sentir culpa por no dar el 100% todos los días, se vale. Valida tu enojo, tristeza, ansiedad, y también tu alegría.

Lo sano no es pensar positivo todo el tiempo, es pensar con conciencia y sentir con verdad.  Y si un día no vibras alto, no pasa nada, haz un cafecito, cierra la compu, respira, y vuelve más tarde con más claridad, y menos frases vacías.