“El hecho mismo de que estas instituciones suspendieran la gran mayoría de sus servicios durante semanas implica que, en cuanto reanuden su atención, la demanda será muy alta. Y si de por sí los juzgados son lugares abarrotados, no es difícil imaginar lo que sucederá cuando reabran sus puertas.”

Laurence Pantin y Miguel Carbonell | Proceso

En las últimas semanas en diversos medios de comunicación alrededor del mundo se podían leer titulares como: Padecen abogados por parálisis judicial, Abogados litigantes en bancarrota, por mencionar algunos, que motivaron el tema del presente artículo.

Es conocida la gran demanda que existe en tribunales. También es conocido que los Órganos Jurisdiccionales de nuestro estado cuentan con excelentes profesionales del Derecho, aun sea todo un reto dar salida a la alta demanda de asuntos que en la “normalidad” es menester gestionar.

Basta con escudriñar un poco con algunos miembros de nuestras familias respecto a los asuntos que eligieron “resolver” a través de un juicio, ya sea en temas familiares o empresariales para cuestiones de cobranza,  empleados o discrepancia con alguna autoridad.

Ahora bien, en la “nueva normalidad”, los tribunales requieren poner al día

todos aquellos casos que se dejaron en espera debido a la emergencia sanitaria, aunado a la carga que lógicamente ha de llegar como es costumbre. Faltaría agregar todos los casos que, por la misma contingencia no se resolvieron por la vía de la negociación, y que llegarán en forma de demanda a los distintos tribunales de la región, ya rebasados. Sin embargo y en contraste con titulares de España por ejemplo, en las últimas semanas se escribían los siguientes encabezados: Abogados piden apoyo a mediaciones y arbitrajes ante el colapso de la Justicia, Abogados reclaman más mediaciones y arbitrajes para evitar el colapso judicial, Los abogados piden activar planes de mediación judicial.

¿Será que en otros países se encuentran los colegas postulantes trabajando en lo que conocemos como derecho colaborativo con mediadores privados?, ¿Cuál es la razón de que en nuestro país muy poco se escuche en relación a los Mecanismos Alternos de Solución de Controversias? Incluso de esta forma, ¿cabe la posibilidad de considerar la recuperación de cartera vencida de los despachos de abogados litigantes a mayor velocidad?

Por Lic. Yolanda S. Zaldívar

Especialista MASC

Mediadora Privada CEJA 0075

Certificada por Poder Judicial del Estado

Es cierto que la tecnología nos ha alcanzado sin vislumbrar la magnitud de la forma.  El principio de flexibilidad de los mecanismos alternos abona a NUEVAS FORMAS DE TRABAJO encaminadas al acceso a la justicia con la tranquilidad de empleados judiciales y litigantes que no quieren arriesgar su salud al realizar su trabajo.

Es así que los métodos autocompositivos como la negociación asistida significan en esta “nueva normalidad” una puerta de salida exitosa para la parálisis judicial que se avecina.  Máxime si su conclusión conlleva la seguridad jurídica de la de cosa juzgada.

Por ello, la mediación privada y el arbitraje, dos principales soluciones extrajudiciales a los conflictos de la ciudadanía, se postulan como la mejor opción ante el colapso que se avecina en la Administración de Justicia por el COVID-19.

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