El siglo XXI llegó y con ello la tecnología se revolucionó. En el siglo XX no existía un teléfono inteligente, no había apps ni redes sociales. Lo que existía era el correo electrónico y los buscadores como Yahoo, Terra, Google, entre otros.
Hoy las nuevas generaciones como la Z y Alfa, se caracterizan por su estilo de comunicarse, que es a través del internet, aplicaciones para relacionarse y de juegos, lo cual es más atractivo para ellos, les hace la vida más fácil y les permite hacer comunidad.
Por otro lado, los profesionistas y los médicos, ya sean generales o especialistas, viven aún una transición de migrar en la forma de cómo darse a conocer para prolongar sus servicios, ya que la simple recomendación no basta para la generación Z y Alfa.
Además, deben lidiar con “enemigos” como el paciente renuente, el que se automedica, o bien, el que hace uso de ChatGPT o bots, que son sistemas hechos con inteligencia artificial que contienen una extensa programación para contestar a los usuarios.
Algunos médicos actualmente capitalizan las redes sociales como el Tik Tok e Instagram, para difundir información acerca de ciertas enfermedades, sus causas y síntomas que permiten entender la gravedad de dichas enfermedades.
Los médicos, si desean acercarse con estas generaciones y deciden abrir una red social, deben tomar en cuenta:
- Usar un lenguaje claro, pues las jergas médicas son complicadas. El paciente desea que le hablen de manera simple y coloquial.
- Para el uso de videos hay que destacar:
- Definir el mensaje.
- Cuidar la escenografía, ya que esta debe tener congruencia con el mensaje.
- La imagen del médico debe ser impecable: cabello, uñas, dentadura, bata y accesorios en buen estado.
- La duración del video debe ser de un minuto como máximo, de lo contrario, no captará la atención.
- Contestar los comentarios y/o por lo menos poner un like.
- Diversificar los contenidos como live streaming, encuestas, trivias, testimonios, etc.
Los tiempos actuales a todos nos obligan, sin distinción de profesión u oficio, a estar al día con las nuevas formas de comunicarse, especialmente las del mundo digital. El médico que desea adaptarse a las nuevas generaciones debe ajustar su forma de trabajar y para llegar a este público objetivo debe asesorarse con un especialista y realizar una inversión. Santo que no es visto, no es venerado.