Desde los colaboradores de todas las áreas, hasta las personas que deciden ser “su propio jefe”, todos sin excepción alguna estamos extremadamente cansados y cada día este cansancio se ve reflejado en nuestro desapego emocional.

Quiero abrir la puerta de este artículo con una premisa: en el corazón de cualquier organización, el capital humano es la fuerza motriz. Los últimos años no han sido fáciles para ninguno de nosotros. La pandemia, la incertidumbre mundial en curso, una economía inestable, entre otros cambios significativos, nos han desafiado como nunca antes.

Hoy nos enfrentamos a una “crisis energética humana” que nos está afectando a todos sin excepción. Todo este cúmulo de emociones representan una lucha por mantener el equilibrio entre nuestra vida profesional y personal. Además de esto, según estadísticas, 7 de cada 10 personas en todo el mundo estamos luchando con nuestra salud mental.

Afortunadamente, hay muchas herramientas que como miembros y/o líderes de un equipo podemos tomar para responder a esta crisis:

  • Medir los niveles de energía

Crear un sistema de retroalimentación abierto puede ayudar a los equipos a mantener “un pulso” sobre los niveles de energía e identificar las señales de alerta que pueden estar presentes en el día a día. En vez de preguntar “¿cómo estás?” puedes hacer preguntas como: “¿sientes que tu trabajo es significativo para el equipo?” o “¿cómo te sientes en tu puesto?”.

  • Replantear las reuniones individuales y fomentar un diálogo bidireccional

Para hacer frente a la crisis energética en el equipo, los líderes deben demostrar que están escuchando y tomando medidas. Uno de los puntos de contacto más importantes, y a menudo el más auténtico para retroalimentar, son las reuniones. Sin embargo, con mucha frecuencia, este tiempo solo se ocupa para revisar el status de los proyectos o hacer repaso de los elementos tácticos.

    • Es tiempo de repensar este enfoque. Hay que considerar abordar a cada miembro del equipo con una agenda que contemple 2 puntos importantes: verificación energía y enfoques del proyecto. Los factores que energizan a alguien pueden variar, y es fundamental que los líderes descubran lo que cada miembro del equipo necesita.
  • Centrarse en las prioridades para eliminar la paranoia de la productividad

Los colaboradores en todos los puestos y en todos los niveles, en algún punto nos podemos sentir abrumados y podríamos pedir desesperadamente un debate franco sobre el trabajo que debemos priorizar.

Una buena estrategia es comunicar a los líderes de los equipos cuáles son las actividades y/o proyectos que estás priorizando y hacer un mapa de la situación para ubicar y reforzar el punto en el que se encuentran ambos ante un objetivo específico.

  • Replantear la perspectiva de la importancia de la salud mental

Iniciar la conversación sobre la salud mental es crucial y a veces desafiante. Y también es solo el primer paso de muchos. Sabemos que lo que sucede en el trabajo tiene un impacto directo en el bienestar mental de las personas, y lo que comunicamos a nuestros equipos tiene una enorme influencia.

Como líderes, debemos esforzarnos para ser dueños de nuestras experiencias, revisar a nuestros equipos y hablar abiertamente sobre el bienestar mental en el trabajo.

Estoy firmemente convencida de que la solución de la crisis energética humana es el imperativo más nuevo y más urgente del liderazgo. Es imposible crear impacto con una batería interna agotada, y alimentar a las personas que están detrás de la innovación y la creatividad que impulsa la sociedad significa modernizar la forma en que abordamos el trabajo para hacerlo verdaderamente sostenible.

Para líderes y colaboradores de equipo por igual, ser proactivos sobre nuestro propio bienestar y el de los demás es un gran lugar para comenzar.

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