El 2025 trae diversos cambios a considerar, vinculados a los proyectos de construcción vertical.
El 2024 marcó un parteaguas en la comercialización de autos eléctricos en México, lo que ha generado un problema para usuarios cuya vivienda no tenía las condiciones necesarias para la instalación del cargador, el cual crea una demanda energética en muchas ocasiones superior a la de la propia vivienda.
Ahora, si multiplicamos el consumo de ese cargador por el número de departamentos de un complejo de construcción vertical, se convierte en un tema relevante, pues no es lo mismo que cuatro o cinco vecinos tengan su cargador a que el 60% de ellos cuente con él.
Significa un cambio de transformador por uno de mayor capacidad, protecciones eléctricas y cableado, o bien, gestionar un sistema de carga comunitaria que sea benéfico para todos.

Por otro lado, las instalaciones solares fotovoltaicas y los calentadores solares son ya un elemento común, tendiente a ser, podríamos decir, obligatorio en todas las construcciones. Sin embargo, en todos aquellos espacios que comparten azotea debe generarse, incluido en la escritura, así como el derecho a espacios de estacionamiento, el derecho de azotea de cada dueño, tanto en edificios de vivienda como en construcciones destinados a oficinas o comercio.
De este modo, la propiedad que cuente con un espacio en azotea libre de sombras tendrá un mayor valor que aquél que tenga obstáculos o cuya superficie esté limitada, o simplemente, no tenga.
Volviendo al tema de los cargadores de vehículos eléctricos, es importante explorar soluciones inteligentes que impliquen un cambio de paradigma. Pensemos en un edificio moderno, como los que se están construyendo actualmente, con 80 departamentos. Cada uno de ellos debería contar con la preparación necesaria en el área de estacionamiento para que los inquilinos tengan la opción de instalar un cargador para su vehículo eléctrico.
Esto conlleva un incremento en el transformador general de aproximadamente 300 kVA* , pensando en que se pudieran tener simultáneamente cargando la tercera parte de los coches, lo cual no sería extraño, considerando el horario nocturno el destinado para dicho fin. Acompañado a la capacidad del transformador, debe incluirse el cableado y ductería, para llevar a cada cajón de estacionamiento las condiciones de instalación del cargador.

¿Qué alternativas se pueden tener? Se tendría que incorporar un sistema de redes inteligentes de energía eléctrica, en el que se contemplarán diferentes factores: la urgencia de carga por parte del usuario, la disponibilidad de la red, y el precio por kWh que estaría dispuesto a pagar por la carga de su vehículo.
EJEMPLO
La infraestructura eléctrica tiene una capacidad no de 300, sino de 100 kW, por lo que solo puede haber entre 8 y 12 vehículos cargándose de forma simultánea. ¿Qué pasaría entonces si la demanda es mayor? Aquellos inquilinos que deseen que sus baterías se llenen lo más pronto posible, pagarán una mayor tarifa, y quienes no tengan prisa alguna, pagarán más barato.
De este modo, el sistema decidirá en qué momento realizar la carga de uno u otro vehículo, de forma que a las 6:00 a.m. todos los que requerían sí o sí su carga, estén al 100%, y quienes no tengan tal urgencia, puedan hacerlo en otro horario. Ahora, ¿tecnológicamente es factible? Sí, ¿se está haciendo ya en México? Hasta donde sé, no; ¿cuándo iniciará esta modalidad? Cuando los sistemas comiencen a colapsar, o, espero, poco antes.

* Consideraciones: de 8 a 10 kW de potencia del cargador, contemplando 6 horas de carga para un vehículo que tenga 350 km de autonomía, y un rendimiento de 7 km/kWh.