

En cuanto a la calidad del aire, León ha presentado altos niveles de partículas contaminantes debido a la combinación de fuentes industriales, el transporte vehicular y la quema de residuos. Para 2025, la ciudad debe fortalecer políticas de movilidad sustentable y mejorar el sistema de transporte público, impulsando alternativas como el uso de bicicletas y transportes eléctricos.
La gestión de residuos sólidos es otro aspecto crítico. La generación de desechos sigue en aumento, mientras que los sistemas de recolección y reciclaje no son suficientes para manejar los residuos adecuadamente. La disposición inadecuada y el escaso reciclaje provocan problemas de contaminación en suelos y cuerpos de agua.

Para 2025, León debe priorizar la protección y restauración de áreas verdes, incluyendo el aumento de parques urbanos y la preservación de ecosistemas en zonas periféricas. Si bien hay un plan desde el gobierno municipal para el incremento de este tipo de espacios, estos son insuficientes, y desde la sociedad debemos generar más propuestas.
