Una oportunidad de reconstrucción personal

Este año ha sido un verdadero reto para todos como sociedad y para cada uno de nosotros en lo personal. Si recapacitamos, encontraremos una oportunidad de reconvertirnos y darnos cuenta de lo que es verdaderamente importante.

Para algunos este tiempo fue de miedo, desgracia, carencia y desazón, pero para otros bajo las mismas circunstancias, este tiempo se convirtió en la oportunidad de elevar su conciencia para comprender lo que significan las palabras: indispensable, felicidad y paz.

Este año ha sido un verdadero reto para todos como sociedad y para cada uno de nosotros en lo personal. Si recapacitamos, encontraremos una oportunidad de reconvertirnos y darnos cuenta de lo que es verdaderamente importante.

Para algunos este tiempo fue de miedo, desgracia, carencia y desazón, pero para otros bajo las mismas circunstancias, este tiempo se convirtió en la oportunidad de elevar su conciencia para comprender lo que significan las palabras: indispensable, felicidad y paz.

Este artículo está dedicado a todas aquellos que sienten que este año ha sido uno perdido, que no hay nada que rescatar de él. Y yo les digo, al contrario, esta es la oportunidad para evaluarnos y mejorarnos para bien personal primero y de todos como consecuencia. Ya lo dice aquella frase “lo que no te mata te hace más fuerte”, pero solo si eres capaz de transmutar esas experiencias en lecciones que te ayuden a crecer.

Por eso quiero hacer un resumen de algunos de los temas que tuve el honor de compartirte a lo largo de estos meses y que al final, espero te ayuden a poner las cosas en perspectiva y así reconozcas la fortaleza y resiliencia que tienes:

1. No pretendas que las cosas cambien si sigues haciendo lo mismo. Las crisis son las mejores bendiciones que pueden sucederte porque te obligan a salir de tu zona de confort y son el pretexto perfecto para mejorarte en muchos aspectos.

Si rascas un poco verás que muchas de las grandes personas de éxito salieron de épocas que se consideraban difíciles, donde muchos podrían haberse dejado derrotar por las circunstancias, otros convirtieron esa desgracia en algo que les generó valor.

2. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Recuerda que la postergación es un síntoma de comodidad y resistencia. Si esta crisis no te empuja a tomar las decisiones importantes, tal vez no haya nada que te obligue a hacer eso que siempre quisiste y que nunca te atreviste.

3. Tu personalidad no está dada completamente por tus genes, sino por

las experiencias relevantes que has vivido y que se han impreso en tu subconsciente. Si quieres sentirte diferente hazte consciente de los paradigmas que te rigen y cuestiónalos para cambiarlos por aquellas rasgos y cualidades que deseas conformen tu nuevo yo.

4. El pensamiento y palabras importan. Es tu opción decidir cómo deseas vivir tu nueva vida, pero te aseguro que cuando decides combinar tus pensamientos, palabras y acciones para dejar de verte como la víctima, podrás mover montañas y te convertirás en el dueño de tu destino.

Cuando cambias los pensamientos tan firmemente con la idea de que no hay fallas, entonces esperas el éxito. Tu mente se fortalece con tu convicción y, como un imán, atraes cualquier deseo que refuerce es idea. Desear es esperar y esperar es lograr. Así que si tu pensamiento está situado en desear lo mejor pero no esperas lograrlo, ¿qué crees que suceda?

El nivel de desarrollo y conciencia de tu mente determinará el futuro de tu vida. Y para crecer la mente debes establecer concepciones y convicciones desde el punto de los valores más altos que quieras alcanzar, para después proceder a actuar en consecuencia.

Tanto se mejore y crezcan tus ideas e imágenes mentales, mejorarás y agrandarás tu mente. Cuanto mayor sea tu poder mental, podrás conducir mejor los asuntos de tu vida para usarlos y aprovecharlos al máximo.

Es tu decisión lo que quieres atraer en tu futuro, y esta es la oportunidad de que renazcas de tus propias cenizas, pero ahora más fuerte, consciente, feliz y agradecido.

Comparte: