Recomendaciones para tu empresa
Por Eduardo Barajas Ramírez
Ante el creciente número de datos e indicadores que presagian que estamos entrando en la fase recesiva del ciclo económico, es conveniente realizar y ejecutar un plan de optimización en tu empresa que te permita enfrentar con mayor fortaleza lo venidero.
La disciplina y enfoque en tu empresa te permitirán aprovechar las oportunidades que presenta esta fase del ciclo económico, pues de sobra hemos escuchado que debemos invertir cuando otros dejan de hacerlo debido a la parálisis, pero antes debes sentar las bases que te permitan tener la liquidez para poder aprovecharlas. Por lo tanto, al menos asegúrate de optimizar lo siguiente:
“Cash is King”, esta expresión tan utilizada nos recuerda la importancia del flujo de efectivo, su efecto en la rentabilidad y el potencial de crecimiento. Como punto de partida recomendamos revisar el modelo de negocio y las políticas bajo las cuales se administra el capital de trabajo, así como identificar activos no performantes bajo la forma de inventarios obsoletos y cuentas incobrables con el objetivo de minimizar la inversión en inventarios y cuentas por cobrar para cumplir oportunamente con las cuentas por pagar y mantener la liquidez necesaria para operar.
Es importante identificar en nuestro balance los activos no estratégicos para poder llevar a cabo la operación de la empresa. Típicamente son activos fijos, bajo la figura de inmuebles, maquinaria y equipo no especializados que pueden ser enajenados y posteriormente arrendados. Esto permite la alternativa de reducir el capital invertido o bien incrementar la liquidez de la empresa.
La práctica de optimizar los costos y gastos de operación debe ser constante, pero indispensable en tiempos de crisis. Al revisar el modelo de negocio puedes identificar actividades que pueden ser subcontratadas con especialistas que compartan el beneficio de la economía de escala o bien, adquirir materias primas y servicios bajo una modalidad que los convierta en variables.
Cuida al máximo la puntualidad de los pagos de tus créditos contratados, ya que los bancos endurecen sus políticas de acreditamiento durante las recesiones. Esto te permite incrementar la posibilidad de contratar deuda adicional, negociar una reestructura o acceder a mejores condiciones de financiamiento.
Si ya tienes créditos contratados, evita amortizaciones o vencimientos significativos en los próximos 18 meses. Renegocia el perfil de vencimientos de tu deuda y en su defecto explora la posibilidad de tener aprobadas líneas de crédito para uso contingente o aprovechar oportunidades.
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