Hoy en día todo el mundo está volcado en redes sociales intentando llamar la atención, tener seguidores, likes, shares, buscando hacer ruido en un ecosistema que está cada vez más saturado. Pero te diré algo crudo: tener seguidores NO es vender.

Incluso cuando hagas algunas ventas no es la mejor manera de crecer tu negocio, pues es necesario estar pegado al teléfono 24 horas, lo que se convierte en un bucle ineficiente de trabajo repetitivo.

Netflix sumó 16 millones de suscriptores en los 3 primeros meses de la pandemia, lo cual significa que generaron 177 mil 777 nuevos clientes por día. ¡Una locura! ¿Cuántos agentes de ventas pegados al teléfono deberían tener para cerrar esos contratos? Netflix lo hizo posible gracias a la poderosa automatización que le da su embudo de ventas.

Un embudo de ventas o embudo de marketing es el proceso de seguimiento y prospección de un cliente desde que muestras un anuncio publicitario, hasta que generas la venta y entregas el producto o servicio, incluso puedes seguir vendiendo una y otra vez si así lo diseñas.

Todo el proceso es automático o semi-automático. Un típico funnel se vería como esto:

Un funnel de venta puede ahorrarte muchísimo tiempo en filtrar personas que no son tu target y atender solo a personas altamente interesadas en tu producto o servicio y que están dispuestas a seguir el proceso del embudo, sacar su tarjeta bancaria y hacer el pago.

Los embudos de venta son adaptables a cualquier producto, servicio, infoproducto y cualquier proceso de prospección y venta en el que sea necesario alcanzar más.

Así que si realmente quieres vender de forma profesional en Internet, debes diseñar e implementar embudos de venta para todos tus productos y podrás enfocarte únicamente en crear las campañas de tráfico y llevar cientos de visitantes a tu funnel y sistematizar esa parte vital de tu negocio.

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