Cuando calmas tu mente, potencias tus resultados
Respondes mensajes mientras estás en una junta. Tu calendario parece un Tetris mposible y, si queda un hueco libre, lo llenas sin pensarlo. Termina el día y, aunque no paraste ni un segundo, sientes que no hiciste lo importante. ¿Te suena familiar?
Durante años nos enseñaron que estar ocupados es sinónimo de ser productivos. Pero en realidad, lo que muchos líderes viven a diario —agotamiento, ansiedad, dispersión— es una trampa. Chris Bailey, autor del libro “Cómo calmar tu mente”, lo llama con claridad: productividad tóxica.
Y no estás solo. La mayoría de las personas en posiciones de liderazgo han sentido culpa por descansar, han confundido actividad con impacto y han alimentado la ansiedad pensando que los hace rendir más, pero los líderes más visionarios del mundo ya están haciendo algo distinto.
La ansiedad y la culpa: una dupla que drena tu liderazgo

La ansiedad no te vuelve más productivo. Solo te vuelve más ocupado… y más desconectado. Cuando la mente opera en modo alerta constante, se dispara el cortisol, se bloquea la concentración y las decisiones pierden precisión.
Luego, viene la culpa disfrazada de exigencia positiva, y que agota más que cualquier deadline. Nos empuja a medir el día por lo que “faltó”, no por lo que sí construimos. Y en ese ciclo, el trabajo pierde sentido y el rendimiento se vacía por dentro. Pero esto no es inevitable. Se puede liderar desde otro lugar.
Los líderes que ya rompieron el ciclo

Mientras muchos aún se miden por la cantidad de pendientes resueltos, algunos de los líderes más influyentes han optado, por lo contrario: proteger su calma mental como ventaja competitiva.
Jeff Weiner (LinkedIn) agenda bloques de tiempo para pensar. Arianna Huffington fundó Thrive Global tras colapsar por exceso de trabajo. Marc Benioff (Salesforce) incorporó meditación en su agenda como parte de su liderazgo. Todos llegaron a la misma conclusión: sin claridad mental, no hay visión estratégica que se sostenga.
Estas prácticas no son teóricas. Son decisiones que puedes tomar hoy mismo, incluso en medio de una agenda apretada:
1. Haz visible tu verdadero avance.
2. Bloquea tiempo para pensar (de verdad).
3. Redefine la lista de pendientes.
4. Descansa sin negociarlo contigo mismo.
En la economía de la atención, donde todos compiten por hacer más, quienes aprenden a enfocarse y a calmar su mente tienen una ventaja poderosa. La ansiedad no es combustible, es freno.
Porque una agenda llena no te hace más valioso. Pero una mente enfocada transforma resultados.
Fuentes
Bailey, C. (2022). Cómo calmar tu mente: Encuentra la calma en un mundo ansioso. Editorial Diana.
Harvard Business Review. (2021). The Busyness Trap.
Thrive Global. (2023). Well-being as a Strategy.
LinkedIn Official Blog. (2019). Jeff Weiner: Leading with Compassion and Clarity.