Ante el boom inmobiliario experimentado desde hace por lo menos 20 años a lo largo del país y que se ha experimentado de una forma más clara recientemente en el Bajío con la industrialización de entidades económicas extranjeras y una mayor demanda de vivienda, entre otras necesidades, los nuevos conceptos inmobiliarios se vuelven más integrales y orientados a las personas.
Por lo tanto, es importante tomar en cuenta que no se podría haber llevado a cabo lo anterior sin la mano de profesionales de la construcción, desde arquitectos, urbanistas, ingenieros civiles y en última instancia profesionales de negocios.
Por consiguiente, analicemos las ventajas que reviste el involucramiento de especialistas en la materia:
- Diseños innovadores orientados a las necesidades del usuario.
- Integración de espacios de convivencia.
- Cuidado de los detalles que envuelven una obra, desde la urbanización, infraestructura, diseño y visión del entorno.
- Prevención de vicios ocultos, mala calidad de materiales y/o sobrecostos del proyecto, entre otros.
- Mayor certeza jurídica y financiera.
- Mejores opciones de financiamiento para el desarrollo.
Ahondaremos principalmente en los últimos tres puntos, ya que en lo que concierne a un enfoque financiero, la prevención de malos acabados, vicios ocultos y materiales deficientes, a largo plazo ocasionan un daño patrimonial al usuario del proyecto ante los elevados costos que pueda tener debido a la reparación de estos errores.
Por tal motivo, es importante la participación de profesionales como los arquitectos o ingenieros civiles, ya que generan mayor certeza jurídica, pues muchas veces es un gran requisito para todo lo que se refiere a trámites o permisos de construcción, además de integrar incluso con mayor seguridad un fideicomiso de desarrollo inmobiliario.
Un proyecto bien diseñado y ejecutado lo hace un buen candidato para distintas fuentes de financiamiento. Desde crowdfunding inmobiliario, inversionistas de Real Estate hasta un crédito puente, el cual ha resultado ser una fuente de financiamiento exitosa para ejecutar proyectos financieramente viables.
Esto, gracias a que este instrumento permite financiar hasta el 65% del valor del proyecto, suministrando recursos conforme al avance del desarrollo, tanto en la construcción como en su venta, hasta por la duración total del proyecto, generando un buen margen de flujo para la culminación del mismo, cuidando la rentabilidad y/o viabilidad financiera para beneficio de todos.
Así que recuerda: un buen arquitecto, urbanista o ingeniero civil será un elemento que aporte una prevención de riesgos y costos a futuro.