Desde que somos jóvenes y empezamos nuestras vidas profesionales, nos enseñan a decir “sí” a todo. Sin embargo, a medida que adquirimos más experiencia, nos enfrentamos al problema opuesto: una corriente de oportunidades que nos llena de incertidumbre por no tener el filtro necesario para decir no.

Decir no es una habilidad, una de esas habilidades que abre puertas. Cada vez que decimos no, damos el primer paso para decir sí a otra cosa.

A continuación, te comparto algunas situaciones a las que debes aprender a decir no si quieres experimentar el éxito a largo plazo:

Di que no a los compromisos existentes

Renunciar es la opción menos favorita ante la mayoría de los procesos de toma de decisiones, pero a veces resulta en la mejor decisión que se podría tomar. Cada persona que ha hecho algo que valga la pena ha tomado una decisión importante y deliberada de renunciar a algo para dejar espacio a nuevas oportunidades y retos.

La única manera de convertirte en el mejor es dejar las cosas en las que no puedes ser el mejor. Esto te permitirá tener los recursos necesarios para invertir en la mejor opción.

Di que no a otras definiciones de éxito

Decir que no es la clave para evitar que te distraigas demasiado. En lugar de dividir tu atención en multitareas para tratar de perseguir tus ideales, comprométete a hacer una sola cosa muy, muy bien.

Cuando esto pasa, tu cerebro se enfoca naturalmente, aprende a hacer un mejor trabajo y las oportunidades empiezan a aparecer. También atraes a personas que comulgan con tus ideales y comparten contigo su experiencia. Poco a poco empezarás a sentir que puedes establecer cualquier meta, ya que la disciplina y enfoque del día a día serán un impulso para lograrlo.

Di que no a las oportunidades rápidas y fáciles

Los mercados emergentes están llenos de nuevas oportunidades que llegan todos los días. En lugar de querer perseguir todas esas ideas e incurrir en riesgos financieros innecesarios que podrían perjudicar tu enfoque, puedes permanecer comprometido a hacer lo que mejor sabes hacer.

Ir tras las oportunidades con más alta demanda no vale la pena por dejar lo que estás haciendo, además de que esas oportunidades siempre serán la salida fácil porque estarán ahí. Deja que otras personas persigan las ganancias fáciles y rápidas, la viabilidad de esas decisiones nunca tienen una vida más allá del corto plazo.

Enfócate en tus tareas, en lo que te apasiona. Si aún no sabes lo que es, concéntrate y lucha por encontrarlo.

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