Por Cecilia Ovalle Ríos | Presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias AMEXME A.C. Capítulo León
Ya lo dice una canción recientemente famosa: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan” en un sentido de empoderamiento femenino, y está en lo correcto.
Tan solo en México, las mujeres representamos el 51% de la población y de ahí un gran porcentaje aportamos a la economía de manera activa como dueñas de la micro, pequeña y mediana empresa (MIPyMES) y esto ha ido en aumento con forme al paso del tiempo.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 1 de cada 3 MIPyMES pertenece a una mujer.
Un punto que no podemos dejar de lado refiriéndonos a este tema, es que gran porcentaje de las mujeres económicamente activas son parte de la llamada informalidad, ya que solo 2 de cada 10 negocios liderados por ellas, facturan y cumplen con otras obligaciones propias de una empresa legalmente establecida.
Y puedo asegurar que, en muchos de estos casos, la desinformación y mitos en estos temas, genera que estos porcentajes no desciendan, ya que una empresa formal tiene mejores oportunidades y beneficios, por ejemplo, más opciones de financiamiento para expansión y compra de equipo, mercancía o materias primas, acceso a nuevos y mejores mercados, así como a programas de apoyos gubernamentales, entre otros.
Aprovechar estos beneficios genera mayores ingresos, ya que una MIPyMES formal percibe 2.5 veces más, en promedio, que aquella en la informalidad.
En ese sentido, esos incrementos en los ingresos se reflejarán no solo en el crecimiento del negocio o empresa, sino en una mejor calidad de vida para sus familias ya que la mujer invierte la mayor parte de sus ingresos en el hogar y sus habitantes.
De ahí la importancia que las mujeres hagamos honor a la canción antes referida específicamente en esa frase, “Las mujeres facturan”, misma que nos empodera e invita a no depender de nadie para salir adelante y lograr todo lo que nos propongamos.
Fuente
Imco.org.mx
