Si aprendemos a utilizar los motores de IA adecuadamente en el sector educativo, podremos obtener resultados más ambiciosos en los cursos, pues, por un lado, los maestros ahorrarán mucho tiempo al auxiliarse de estas alternativas en la planeación de sus clases, y podrán resultar sumamente enriquecidas, y por otro lado, los estudiantes podrán ser ayudados 24/7 por estas herramientas.
Ciertamente, existen retos, que van desde lo tecnológico y de infraestructura, hasta de capacitación, y por supuesto, éticos. Habrá un cambio de rol del docente, convirtiéndose en un mediador del aprendizaje, lo cual no será fácil de asimilar, y requerirá talleres y seminarios de formación.
Se deberán diseñar actividades que fomenten el pensamiento crítico del estudiante, a sabiendas de que éste utilizará el ChatGPT para resolver la problemática planteada, por lo que, ¿cómo diseñar los instrumentos de evaluación que den cuenta de las competencias adquiridas por los alumnos (que, seguramente, se auxiliarán de la IA)?