Cuando hacemos cosas que nos gustan, vemos ese tiempo como bien invertido, pero en ocasiones debemos realizar algunas actividades que consideramos poco atractivas y por tanto, tendemos a postergarlas de manera indefinida.

El primer paso para encontrar la motivación, es reconocer que sentirse motivado no significa que debas experimentar emoción para realizarlas. Es simplemente encontrar una o varias razones que te lleven a dar el primer paso para ponerlas en tu lista de ejecución.

Algunas razones que te pueden llevar a dar el primer paso podrían ser bajar tu ansiedad o estrés, obtener un beneficio financiero, evitar consecuencias negativas, sentirte bien contigo mismo, por mencionar algunos.

Este podría ser un ejemplo de pensamiento significativo:

“Yo no quiero realizar el reporte mensual, es muy tedioso. Pero si lo hago, disminuiré mi nivel de ansiedad, tendré más tiempo personal y podré salir a correr el fin de semana”.

El segundo paso involucra definir el conjunto de estrategias que están a tu disposición para una vez que encuentras la razón, pero aún no te sientes cómodo de cómo realizarla. Entre ellas podrían encontrarse:

  • Involucrar a otros en el proceso. Esta presión social genera ímpetu para el compromiso. Esto podría derivar en delegar parte de la tarea o hacer equipo con alguien más.
  • Alternar actividades. Haz una actividad de baja motivación antes de otra que es muy emocionante, esto te ayudará a buscar terminarla pronto para recibir la recompensa de algo que te gusta hacer.
  • Establecer una agenda preestablecida. Esto con el objetivo de agendar los momentos de atender las tareas que no te agradan. Por ejemplo, todos los viernes de 12:00 p.m. a 1:00 p.m. generar mi reporte de gastos.
  • Definir tiempos máximos. Esto te ayudará a enfocarte lo más posible. Ejemplo: leeré 20 minutos al día.
  • Desglosar una actividad larga y compleja. Por ejemplo, el reporte mensual que me toma 4 horas en hacer lo divido en partes que me tomen 1 hora.
  • Realizar las actividades no placenteras en lugares agradables. Hacer el reporte en esa cafetería donde te sientes tan cómodo y a gusto, escuchando la música que te agrada.

Cuando empleas una o más de estas estrategias, es posible que las tareas no progresen de manera rápida, pero las realizarás que es lo importante. El asunto es motivarte a hacer lo que no te gusta hacer, ¿no lo crees?

Basado en el artículo:

How to motivate yourself to do things you don’t want to do, Elizabeth Saunders, Harvard Business Review, 2018.

Comparte: