Parques, tecnología y emprendimiento. 

El concepto de parque tecnológico tiene sus raíces en la década de 1950 en Estados Unidos, con el surgimiento de Silicon Valley en California y la Ruta 128 en Massachusetts. Dichas áreas se convirtieron en centros de mejora y desarrollo gracias a la concentración de empresas de gran calidad, universidades de prestigio y una cultura emprendedora.

Los propósitos de los estos espacios son:

  • Fomentar la innovación. Los parques son entornos que propician la colaboración y la generación de nuevas ideas.
  • Promover el crecimiento económico. Mediante la atracción de inversionistas y de las empresas se eleva el nivel económico del estado y el aumento de nuevos empleos.
  • Fortalecer el ecosistema emprendedor. Muchas de las zonas industriales cuentan con incubadoras y aceleradoras de empresas que apoyan a startups en sus primeras etapas de perfección.
  • Transferir tecnología. A través de universidades y centros de investigación, aceleran la invención y desarrollo de nuevos productos y servicios.
  • Atracción y retención de talento. Al ser un entorno atractivo profesionalmente es más fácil la integración y mantenimiento de mejores talentos.
Estas áreas son centros de mejora y desarrollo

En México, los polígonos tecnológicos han cobrado relevancia como una estrategia para impulsar las inversiones y los estándares de competitividad dentro de la industria. Es aquí donde, León, Guanajuato, ha apostado por la construcción de estos polos como método para diversificar su economía y fortalecer el emprendimiento.

Estos traen consigo grandes desafíos, pero también presentan oportunidades como:

  • El avance en nuevas fuentes de crecimiento.
  • Generación de nuevas ideas y progresos.
  • Aprovechamiento de las vanguardias científicas como motor clave de crecimiento y desarrollo social.
  • Fortalecimiento del ecosistema emprendedor, pues León cuenta con un talento humano y potencial emprendedor que facilitará el incremento de nuevas empresas.

Entre sus múltiples beneficios están:

  • La atracción de inversión de empresas tanto locales como extranjeras.
  • Creación de nuevos empleos de alta calidad en sectores industriales y tecnológicos.
  • Ampliación hacia nuevas ciencias en distintos campos desde las TIC hasta manufactura avanzada y biotecnología.

Sin duda alguna, León ha comprendido que estos parques son una herramienta importante para impulsar la innovación, elevar el nivel de trabajo y de vida. Por ello, actualmente cuenta con tres áreas industriales de gran importancia que han abonado al crecimiento del estado. Aunque existen retos por superar, los beneficios y resultados sugieren que esta nueva ruta de acción tiene preparado un futuro prometedor a la región del Bajío durante los próximos años.