El porcentaje de personas que emprenden un negocio es mayor en las mujeres que en los hombres, escuché recientemente en un evento de Fondos Guanajuato, el cual se refería al apoyo a PYMES también, sin embargo, los puestos directivos y/o consejos de administración de los emprendimientos y negociaciones en cuestión son ocupados en su mayoría por hombres.

Al cuestionar las razones de esto, se comentó que a pesar de que las mujeres, en su gran mayoría, son quienes organizan y emprenden con cierta logística y administración efectiva un emprendimiento, al momento de que la idea se va transformando en una empresa “realmente formal” y a pesar de que ellas siguen dirigiendo un segundo escalafón del organigrama, al final deciden que el titular sea alguien más, ya sea el papá, el hermano, el amigo.

Este porcentaje de mujeres tienen una razón que para ellas es muy importante: desean tener tiempo también para dirigir y estar en el primer escalafón de la administración y organización de su hogar y su familia como prioridades dentro de su núcleo persona-familia-trabajo.

Y, ¿quién soy yo para opinar respecto a este tipo de decisiones? Pienso que la responsabilidad personal de cada individuo en cómo ha de dirigir su propio viaje en la vida, es precisamente así: personal e individual.

¿Cuánta relevancia tiene la edad en que cualquier individuo decida estar como presidente del consejo de administración de su familia o de su empresa o negocio?, ¿qué tan relevante son los nombres que aparecen en el acta constitutiva de tu empresa o negocio, cuando conoces el nombre exacto de quien, en realidad, es el responsable de la prosperidad y metas alcanzadas?

Ahora bien, siguen al frente de las negociaciones y decisiones más relevantes para el rumbo y prosperidad de la empresa, debido a una simple y sencilla razón, dicen los expertos: la intuición y conexión entre idea y sentimiento da buen equilibrio a la toma de decisiones en beneficio de las metas planteadas año con año.

Capacidad de escucha, empatía, emprendimiento, liderazgo, facilidad para el trabajo en equipo, alta capacidad para la resolución de conflictos, alta productividad… ellas también hacen que la empresa produzca.

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