La falsa promesa de Silicon Valley

Fue en el año 2014 que la startup Theranos y su fundadora, Elizabeth Holmes, se encontraban en la cima del mundo. La Steve Jobs de la biotecnología había vendido al mundo una idea con valor de diez mil millones de dólares, la mayor estafa de los últimos años. Hoy no vale nada.

Theranos fue fundada en 2003, luego de que Holmes, alentada por uno de sus profesores, Channing Robertson, decidiera desertar de la Universidad de Stanford, donde se encontraba estudiando ingeniería química, con el fin de desarrollar una síntesis de los análisis tradicionales y evitar el incómodo uso de agujas. Durante 10 años, la emprendedora trabajó en el desarrollo de un dispositivo manual que pudiera analizar muestras de sangre en tiempo real de forma menos invasiva.

Este innovador test sanguíneo consistía en un pequeño laboratorio portátil que permitía pinchar la yema de un dedo para obtener la muestra que analizaría a través de un proceso con la posibilidad de realizar 50 distintos exámenes, lo que prometía una verdadera revolución en el sistema de salud. Además, el magnético halo de genialidad que rodeaba a Holmes dio a los medios la imagen que todos querían tener de la exitosa emprendedora millennial.

La exposición mediática a la que sometió Holmes rindió frutos, atrayendo la atención de grandes inversores de Silicon Valley y el mundo, que cayeron fácilmente en sus mentiras, respaldadas por Robertson. Theranos se convirtió en una empresa valorada en miles de millones de dólares y Holmes en 2015 fue nombrada la primera mujer que llegaba por sí misma a reunir una fortuna de mil millones de dólares.

En un año se desvanecería la ilusión. Al principio Theranos solo era una empresa de software, pero pronto tuvo que diversificarse para cubrir las mentiras que rodeaban al proyecto lanzando en alianza con las farmacias Walgreens, centros donde los pacientes eran atendidos a través de métodos tradicionales que distaban mucho de lo que Theranos prometía, además de resultar erróneos.

Pronto, el secretismo alrededor del proyecto comenzaría a levantar sospechas. La falta de publicaciones de las supuestas investigaciones que la empresa realizaba dieron de qué hablar, principalmente en el círculo científico, hasta que en 2015 John Carreyrou del Wall Street Journal publicó los resultados de una exhaustiva serie de investigaciones en torno a la empresa, encontrando varias inconsistencias, como la falta de aprobación por la FDA para los distintos análisis que llevaban a cabo. Además, se descubrió que la tecnología usada en algunos de sus tests se hacía con equipo comprado a Siemens.

A partir de ahí el fracaso de Theranos fue inminente, la FDA suspendió sus actividades y fue en picada cerrando definitivamente en septiembre de 2018. Actualmente Holmes y Ramesh Balwani, ex presidente y director de operaciones de la empresa, enfrentan penas de hasta 20 años y multas millonarias por distintos cargos.

El caso ha generado tal controversia y fascinación, que la cadena HBO publicó un documental a principios de año. Por su parte, Carreyroul escribió Bad Blood, libro que relata todos los detalles del fraude y que actualmente está en producción una película contando esta historia que expone los alcances de una ambición desmedida.

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