Vivir los fines de semana y las vacaciones entre parques de diversiones, zoológicos y balnearios nos ayudan a trabajar la resiliencia y el ejercicio kinestésico a través de un tipo de arquitectura que provoca el trabajo físico y la estimulación de la memoria, inteligencias racionales y emocionales.

Iniciemos con los zoológicos que constituyen ecosistemas vivos al crear el hábitat adecuado a cada especie, estimulando nuestros cerebros para el desarrollo de las inteligencias y la autoconciencia en defensa de nuestro sistema planetario.

Además, son creadores de ambientes placenteros a través de una arquitectura del paisaje integrada a los distintos hábitats de cada especie. Son fuentes de oxígeno y de convivencia social como escenarios para el disfrute y el entretenimiento.

Por ejemplo, la Casa del Elefante Zoo Zürich de Markus Schietsch, con su techumbre intrincada en madera que genera claroscuros profusos y que es el hogar ideal para la reproducción, investigación y cuidado de los elefantes. El Centro de Observación de Pandas de BIG en Copenhague con dos edificios elípticos y un patio con jardines hundidos que al circular privilegian las vistas al hábitat de los pandas.

Los balnearios a su vez recuperan, reponen y revitalizan los cuerpos. Así tenemos balnearios de aguas termales, como el que se encuentra en el Cantón de los Grisones, Termas de Vals del arquitecto Peter Zumthor, que sobre la cantera local construye dos universos, una penumbra con distintas atmósferas en cubículos de diferentes tamaños de aguas a distintas temperaturas en un espacio hundido y semienterrado, conjugada en un equilibrio con la alberca al aire libre, para darse un baño milenario.

Y finalmente los parques temáticos de atracciones, donde los arquitectos son escenógrafos de experiencias, construyen dispositivos de diversión y espectáculos, para la destreza y el desarrollo psicomotriz, intentado romper las leyes de la gravedad, en ambientaciones que nos llevan a mundos de fantasía construyendo experiencias en diversos sentidos.

Tenemos el caso de Kidzania en México donde los juegos de roles de profesiones y oficios con el manejo de tecnología de punta son fundamentales para el aprendizaje de niños y adolescentes; también el parque Ferrari World Abu Dhabi, donde la propuesta es la marca y la velocidad como centro de entretenimiento.

Similar se encuentra en Alemania el Mercedes Benz, con su montaña rusa y finalmente, el parque para adultos y niños, el Monstrum danés, con sus súper juegos.

Vivir la arquitectura lúdica en torno al entretenimiento, nos lleva a un desarrollo biopsicosocial integral, dando sentido al desarrollo de una inteligencia colectiva en el cuidado del cuerpo y el espíritu.

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