El diseño de las ciudades en México, ha seguido una lógica más de la oferta y la demanda que la de una planeación urbana enfocada en la sustentabilidad, y la ciudad de León no es la excepción, o mejor dicho, es claro ejemplo de esto.
Si buscamos una urbanización con sentido sustentable, es necesario densificar y realizar el diseño de nuevos espacios que contemplen los diferentes servicios para quienes lo habitarán, de forma que se tengan que desplazar lo menos posible para poder satisfacer sus diversas necesidades.
El desarrollo de fraccionamientos y complejos inmobiliarios no es ajeno a estos criterios, y debe considerar diversos elementos desde su concepción, además de los mencionados, para que impliquen el menor impacto en el medio ambiente, ya sea en consumo energético como de agua, inclusión de áreas verdes que den prioridad a especies de plantas y árboles autóctonos, y no aquellos que puedan ser nocivos para el entorno; debe también considerarse el correcto tratamiento del agua, así como de los residuos que se puedan generar.
Para lograr esto, es indispensable la formación en materia de sustentabilidad de quienes son responsables de estos proyectos, de forma integral como hasta sus diferentes ámbitos de especialidad (arquitectura, ingeniería, derecho, etc.), lo que implica la necesidad tanto de la creación de nuevos programas educativos, como la modificación y adaptación de los actualmente vigentes. La sustentabilidad debe ser un tema transversal en todos los ámbitos profesionales, pues de otro modo difícilmente podremos avanzar en esta materia.