Por Jesús Núñez Rodríguez
El término foodpreneur hace referencia a una idea de negocios que ofrece muchas posibilidades, ya que los consumidores cada vez se encuentran más dispuestos a probar nuevas opciones culinarias, pero sobre todo nuevas experiencias.
Iniciar una empresa de esta naturaleza no necesita una gran inversión, pues la producción puede realizarse desde la cocina del hogar, teniendo en cuenta que hoy existe una gran variedad de canales de distribución, además de que es un modelo de negocio rentable con grandes áreas de oportunidad.
La creatividad y originalidad son fundamentales para convertirse en foodpreneur, pues se necesita conocer a fondo el mercado para garantizar que el producto tenga demanda. Lo ideal es realizar un estudio de mercado previo que permita desarrollar un producto único y diferente; la personalización es una de las estrategias más exitosas actualmente.
Contar con un plan de desarrollo y comercialización permitirá que la planificación de objetivos siempre se encuentre alineada con los valores de la marca, por lo que es importante no perder de vista los siguientes puntos:
1. Invertir en calidad: lograr un balance perfecto entre buena calidad y precio otorgará una ventaja competitiva superior.
2. Desarrollar un concepto propio: crear un concepto innovador que permita ofrecer una experiencia única y diferente.
3. Priorizar la atención: tener un modelo de atención cálido es el complemento ideal para cada platillo.
4. Sabores únicos: la clave en los alimentos debe ser la originalidad. Muchas veces la gente se desplaza grandes distancias solo por probar.
5. Estudiar la competencia: tener competidores no es algo malo, puede ser alguien de quien aprender, sobre todo al momento de configurar los precios.