Los proyectos de ahorro de energía y de aprovechamiento de energía solar eran poco socorridos hace unos años, debido principalmente a que el costo de los combustibles y de la energía eléctrica eran muy bajos.

Conforme estos fueron incrementándose, la demanda de este tipo de servicios creció, pero lo que ha ayudado a que proliferen de forma más rápida ha sido el acceso a financiamientos que permiten que el proyecto “se pague solo”.

El FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía) fue quien inicialmente ofreció un producto financiero con tasa de interés atractiva y se enfocó en un inicio en el cambio de focos (del incandescente al llamado ahorrador) y de refrigeradores a nivel doméstico.

Posteriormente amplió su oferta al sector industrial y de servicios

permitiendo la renovación de equipo obsoleto e ineficiente por equipos de última generación, de bajo consumo. Con el tiempo, el FIDE fue abriendo más sus opciones, permitiendo financiamientos de sistemas de generación de energía a partir de energía solar fotovoltaica y de calentadores solares.

Actualmente, existen ya otras alternativas financieras, que van desde financiamiento puro, hasta arrendamiento, venta de energía y pago de proyectos basado en un porcentaje de los ahorros generados, donde el riesgo que corre el cliente es nulo, aunque los contratos son a más largo plazo, pero estas alternativas siguen siendo muy costosas, con tasas de interés muy altas.

Considero que las entidades financieras podrían ofrecer una tasa de interés mucho más atractiva, debido a que el riesgo que corre su dinero es menor que en otros ramos. Por ejemplo, si una persona o una empresa obtiene un crédito para la compra de un vehículo, nada garantiza que dicho sujeto de crédito contará con recursos para pagarlo.

Sin embargo, al apostar por un sistema de ahorro, o bien por un equipo que aproveche la energía solar, al siguiente día de que éste sea instalado, empezará a producir beneficios, que brindarán la posibilidad de forma directa para pagar el adeudo, lo que disminuye el riesgo de mora en el pago o de caer en cartera vencida.

Esperemos que en el corto plazo podamos contar con una oferta más atractiva de este tipo de productos, de forma que todas las personas, físicas y morales, adopten tecnologías de menor impacto al medio ambiente y de fortalecimiento a su economía.

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