Por Andrea Ludmila González Polak | Catedrática del Tecnológico de Monterrey Campus León

¿Quién es un ciudadano? La pregunta detonadora para el primer día de clases de la materia Responsabilidad Social y Ciudadanía en el Tec de Monterrey. “Quien tiene un acta de nacimiento”, responde el primer alumno y mi mente y mi conciencia se remonta dos años atrás, cuando en un centro comunitario municipal le prometo a Laura, de entonces 8 años, a ayudarla a obtener su acta de nacimiento para así poder cumplir su sueño de asistir con sus primas a la clase de danza.

¿Cómo iba a pensar en ese momento como abogada, que acababa de hacer un compromiso que difícilmente podría cumplir? Porqué ni la ley ni ninguna normativa prevenían situaciones como las de Laura, que nació en casa, sin apoyo médico y por lo tanto sin obtener un certificado de alumbramiento. Imposibilitando con esto su registro y la obtención de todos sus derechos como educación, salud, beneficios sociales y en un futuro obtener un empleo formal, casarse, registrar a sus hijos, etc. Era como si Laura no existiera.

“La entrega del acta de 2 nacimiento de Laura, 4 meses después de haber iniciado las gestiones, ha sido de las más grandes satisfacciones personales que he vivido”

Expliqué a los alumnos que ese sería el proyecto de la materia, convertirse en la voz de las personas en condiciones de vulnerabilidad y ser sus gestores para la obtención de sus derechos. Es así como comenzamos atendiendo a Laura y 5 casos más, dando origen al proyecto “Encontrando identidades”.

El primer paso fue identificar las problemáticas existentes que impedían la obtención de los registros:

  • Personales: alumbramientos realizados fuera del sector salud, documentos extraviados, madres menores de edad, abandono materno, etc.
  • Gubernamentales: falta de homologación de criterios, falta de comunicación y coordinación entre diferentes dependencias de gobierno y errores por parte del sector salud en las constancias de alumbramiento.

El segundo paso fue la vinculación y coordinación con las diferentes dependencias de gobierno involucradas en esta situación:

  • Gobierno del Estado a través del Registro Civil y el DIF.
  • Gobierno Municipal a través del Centro Comunitario Plaza de la Ciudadanía “Efraín Huerta” y sus promotoras sociales.

El factor más importante para la búsqueda de soluciones fue el trabajo colaborativo, la convocatoria y difusión del proyecto por parte de las promotoras sociales, la voluntad política de las dependencias gubernamentales para la homologación de criterios, la simplificación de requisitos, la gratuidad de los trámites y el acompañamiento y gestoría por parte de los estudiantes.

Muchos corazones han sido tocados por medio de este proyecto, desde los niños que reciben la oportunidad de ingresar a la escuela hasta los adultos que la reciben con lágrimas en los ojos y la esperanza de un futuro mejor. También es de hacer notar la satisfacción de los servidores públicos que encuentran un sentido a su labor y la de los estudiantes que adquieren el gran compromiso de la responsabilidad social.

Cuatro años después de ese primer día de clases, “Encontrando Identidades” ya no es un proyecto de clase, sino un programa de gobierno denominado “Guanajuato con Identidad” que ha registrado a más de 3 mil 500 personas y que ha logrado otorgar el registro de nacimiento al 100% de los casos que se han atendido.

Hoy, Laura de 14 años, seguramente ya no sueña con esa clase de baile porque obtuvo un documento oficial que la reconoce como ciudadana y que le otorga la identidad necesaria para que todos sus sueños y aquellos de su descendencia se puedan hacer realidad.

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