El legado de una pasión

Por Ananda Hernández

Greg Norman, nacido en Australia en 1955, es un golfista profesional y hombre de negocios que logró permanecer 331 semanas en el primer lugar del ranking mundial de golfistas durante el periodo 1980 – 1990. Su trayectoria le dio 91 torneos internacionales, incluyendo 20 torneos PGA y en 1986 y 1993 Campeonatos Abiertos. Además, en los Juegos Olímpicos del 2000, llevó la antrocha olímpica a lo largo del Puerto Harbos de Sidney. Después de convertirse en una leyenda en el mundo de los deportes, anunció su retiro en 1996.

Gracias a sus atributos físicos y forma de jugar se le apodó “The Great White Shark”, considerándosele el primer jugados de la historia en ganar más de 10 millones de dólares en su trayectoria. Su determinación como deportista no fue lo único que marcó a Greg, ya que tuvo un gran desempeño en el mundo de los negocios.

Creador y  fundador de Greg Norman Company,  también conocida como “Great White Shark Enterprises”, tiene en su haber doce compañías que hoy usan su logo formando parte de Greg Norman Company, siendo Norman presidente y CEO de la empresa. 

Dentro de la empresa busca impulsar el amor por su deporte con “Greg Norman Golf Course Design”, cuenta con más de 100 diseños de campos de Golf alrededor del mundo, además de tener diferentes operaciones en el sector inmobiliario, vino, ropa deportiva e importaciones de carne de res originaria de Australia. Hoy se le da un valor de 300 millones de dólares a “Great White Shark Enterprises” y sigue creciendo día a día. 

Norman se enfoca en el éxito empresarial y se concentra totalmente en el legado de su negocio y en su familia; su visión para Great White Shark Enterprises es de una duración mínima de 200 años y está dispuesto a trabajar para poder garantizar una marca que viva más que su fama personal, por lo que ha involucrado a sus hijos en sus empresas y espera que sus nietos continúen.

Dejando la práctica del golf en el pasado, lleva viviendo en Estados Unidos alrededor de 35 años, donde se ha desarrollado como empresario y persona junto con su esposa Kristen Kutner, y sus dos hijos. Por otro lado, Norman por decisión personal ha donado millones de dólares a fundaciones apoyando la cura del cáncer en niños.

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