Mucha gente suele voltear a ver el precio del dólar para darse una idea de cómo van las cosas en la economía del país. Lo cierto es que son tantas la variables que influyen en el tipo de cambio, que esta idea fácilmente se convierte en falacia.

Durante mucho tiempo la gente se acostumbró a usar el famoso índice BigMac para predecir el tipo de cambio. La lógica era comparar los costos de un producto tan común que contiene pan, carne, vegetales y además del producto se costea un servicio de venta. La actualización de precios nos daba una idea de la evolución del precio del dólar.

Este análisis, pero tomando datos más completos, se le conoce como depreciación por diferenciales de precios. Pero existen otros factores tanto internos como externos que se deben tomar en cuenta:

Cambios en los ciclos económicos, que pueden influir positiva o negativa-

mente, pero además debemos considerar que el tipo de cambio es comparar monedas de dos países, y estos cambios pueden resultar en diferentes vías a cada uno.

Las políticas macroeconómicas también son un factor a considerar, pues en algunos casos pueden resultar atractivos para los inversionistas extranjeros.

Un sistema financiero vulnerable puede tener un efecto negativo, pues le quita atractivo a la inversion, y no solo para capitales extranjeros.

Decisiones erróneas por parte de las autoridades de gobierno tienen este mismo efecto.

La calificación crediticia, que por algunos puede ser criticado, pero al final del día es una forma de medir el riesgo que tienen los inversionistas globales al prestar su dinero en la entidad que emite este papel de inversión.

Cisnes negros, aquellos acontecimientos que no se esperan pero que sí  

suelen ocurrir y además tener un fuerte impacto en las economías. Desde un terremoto o un conflicto bélico.

Todo esto y algunas otros factores no mencionados, se deben duplicar, ya que como lo menciono anteriormente, son factores que influyen a ambos países de los cuales se compara la paridad en el precio de sus monedas.

Se debe tomar en cuenta qué tanto impacto tienen para poder tratar de anticipar a qué lado se inclinará la balanza. Por esto, la variable más complicada de predecir, al menos en el corto o mediano plazo, es la paridad entre dos monedas.

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