¡Crear un evento desde cero es algo increíble! El proponer un concepto integral del evento es la parte más creativa y que más gusta a los que nos dedicamos al turismo de negocios. Es el momento en que se pone en marcha la creatividad para tener el concepto muy claro como organizador y para que los creativos y diseñadores puedan plasmar las propuestas finales.

Lo único importante no es solamente el contenido, también lo es la experiencia, el montaje, la escenografía y el storytelling. Cada una de estas piezas, son esenciales para asegurar el éxito tanto de los organizadores como de los asistentes.

El diseño es una parte fundamental que yo lo podría entender como una cadena o eslabón y que es crucial hasta para la optimización de recursos, de logística y eficiencia. El primer paso para la gestión es cuando se da la idea, luego se rebota la información con los creativos para que, al final, los diseñadores plasmen las ideas que den forma a la imagen que desde el ingreso a nuestro evento hasta la salida del mismo estará ubicada en los lugares estratégicos acompañando la información importante.

Hoy en día, hay que recordar que el storytelling de cada uno de los eventos es muy trascendental para comunicar correctamente a los usuarios sobre el objetivo del acontecimiento.

El primer evento creativo, a nivel Turismo de negocios, se realizó durante la Feria Mundial de Nuevo York en el año de 1964, en dicho acontecimiento se contrató a un arquitecto y a un diseñador moderno para crear el primer pabellón combinando la tecnología, arquitectura y narrativa visuales. En ese momento, el diseño de eventos sufrió una revolución para dejar a un lado el formato tradicional.

Por ello, esta profesión se basa en las tendencias que a nivel mundial se mantienen en constante cambio y a su vez, esto es de suma trascendencia, porque es a través de la evolución que se crea una experiencia al usuario diferente cada vez que asistan a una nueva edición.