La mejor prevención contra problemas legales
Aún en la actualidad, muchas personas creen que un abogado es únicamente aquel que “resuelve” controversias a través de los tribunales y de los operadores del sistema de justicia que corresponda. Todavía en la actualidad sigo escuchando la frase: “espero nunca necesitarte”, cuando me presento como abogada.
Ahora bien, analicemos estos puntos:
1. ¿Qué es un abogado litigante o postulante? Es aquel que se dedica principalmente a tramitar procedimientos judiciales ante las autoridades competentes, demanda o defiende un caso. Sin embargo, el abogado litigante no es quien “resuelve” la controversia, puede ganar o no un juicio, más no lo “resuelve”, ya que la sentencia es dictada por un tercero llamado juez, quien sí “resuelve” dicha problemática, hablando de una primera instancia.
2. Atiende tus obligaciones y responsabilidades legales. Para “nunca necesitar” a un abogado litigante debes prevenirte antes de que se presente una problemática o controversia. Para ello siempre necesitas de la abogacía preventiva, tanto como necesitas de un médico o de un contador.
Por ejemplo, al momento de crear una empresa o establecer un negocio, pensamos en consultar y contratar a un contador, pues Hacienda no perdona. Más vale estar en regla con autoridad hacendaria para evitar dolores de cabeza y revenir inconvenientes que pueden tener altos costos.
Por tanto, “siempre necesitas” de la abogacía preventiva en la misma forma que requieres de un médico o un contador constantemente, pues la autoridad judicial tampoco perdona, y en cualquier momento, alguien puede creer tener un derecho mayor que el tuyo y acudir con un abogado litigante a iniciar un procedimiento judicial que puede tener altos costos también.
3. Abogacía preventiva. Es la práctica legal que se enfoca en prevenir conflictos y problemas legales antes de que ocurran. La abogacía preventiva consiste en anticiparse a una situación que aún no ha surgido, de esta manera se pueden sopesar las dificultades que se pueden encontrar. Hoy en día, no dejamos de ver los procesos judiciales que podrían haberse evitado si contaran con una asesoría
jurídica o información legal.
El derecho preventivo se basa en la idea de que la prevención es mejor que la cura. En lugar de lidiar con conflictos legales después de que hayan surgido, el enfoque preventivo busca identificar y abordar los riesgos antes de que se conviertan en problemas.