Inicio con una frase que me encanta de Steve Jobs, al que admiro mucho: “estamos aquí para darle un mordisco al Universo. Si no, ¿para qué otra cosa podemos estar aquí?”. El impacto va asociado al propósito que tenemos como emprendedores. El tenerlo claro nos permite seguir el norte del camino que queremos realizar y visualizar la meta que queremos lograr. Para ello dejo 3 pasos que debemos dar y replantearnos continuamente para poder avanzar:

  1. Descubrir en qué somos buenos.
  2. ¿Cómo puedo ayudar a las personas?
  3. ¿Qué necesitan las personas?

Las habilidades que cada uno tiene, lo que disfrutamos hacer y que nos fluye naturalmente es en lo que somos buenos, junto con la ayuda que podemos brindar a otros, sumarles en sus vidas, generar un bienestar es ahí donde lograremos tener un gran impacto.

A todo lo anterior lo enlazamos con nuestro propósito y lo vamos acoplando con el mercado, vamos acompañando al cliente en sus cambios, en su evolución, lo ayudamos a crecer y a ser cada vez mejor.

El impacto estará en lo que queramos lograr para otros, es la huella que dejaremos en las personas a las que ayudaremos con nuestros servicios o productos, esa recordación permitirá que crezcamos en el tiempo, nos enfoquemos en ayudar a una sociedad que está cada vez más saturada de información y con ganas de tener cada vez más cosas nuevas e innovadoras que la sorprendan.

Todos tenemos el mismo tiempo, está en cada uno saber cómo lo invertirlo, así que invito a que parte de tu tiempo pienses en el impacto que puedes generar en otros de forma real y sincera.

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