Nuevos paradigmas vivimos cuando escuchamos sobre la educación en línea, si bien, mucho se habla de todas las ventajas que tiene, no solamente implica trasladar el formato de aprendizaje a una videoconferencia. Se requieren nuevos tipos de alumnos y en esta oportunidad te voy a explicar cuáles son las principales diferencias y qué mentalidad necesitamos para aprovecharla al máximo.

Lo bueno

Amplia oferta

Existe una inmensa posibilidad de cursos, diplomados, carreras y plataformas educativas a elegir, literalmente no hay barreras de distancia, idioma o posibilidad económica, porque incluso los hay gratuitos.

Flexibilidad

Es muy flexible porque puedes estudiar a tu ritmo y en cualquier parte del mundo, tranquilamente en tu casa, una cafetería o en un camastro en la playa.

Educación asequible

Existen cursos de formadores increíbles por unos cuantos pesos al mes, aunque también hay de alto valor y el nivel de involucramiento será mayor, con sesiones privadas, seguimiento constante, clases en vivo, etc.

Mayor acceso a calidad

Imagínate estudiar negocios de la mano de Howard Schultz, CEO de Starbucks, o aprender actuación con Natalie Portman. Cuando busques un curso o carrera asegúrate de que tenga calidad y existan alumnos satisfechos.

Lo malo

Demasiada oferta

Necesitas tener claro primero lo que realmente quieres estudiar y qué te apasiona. Puedes seguir el contenido de un profesor o tomar pruebas gratuitas para saber si te sientes a gusto con su forma de enseñar, su trayectoria y la facilidad de la plataforma.

Dificultad para tener espacio apropiado

Esa es justo la mayor trampa y es aquí donde debes convertirte en un alumno diferente, priorizar tu carrera y educar a la gente a tu alrededor a no interrumpirte ni molestar cuando estás tomando clase.

Contenido obsoleto

Existen cursos que son económicos, pero puedes encontrar contenido obsoleto y poca atención personal del profesor, y cuando invertimos poco dinero o es gratis, muchas personas lo abandonan antes de finalizar.

Falta de retroalimentación

Estarás generalmente solo en el camino, no existe la retroalimentación de tus compañeros de clase, y aunque pueden trabajar en equipo, se vuelve más complicado que dentro de una universidad.

En conclusión, hoy en día estudiar en línea es algo muy asequible para la mayoría, pero debes transformar tu mentalidad y comprometerte contigo mismo a lograr buenos resultados.

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