Los canales de venta tradicionales están cambiando y hoy ya no es suficiente seguir con las estrategias anteriores.
En esta etapa de reactivación económica, Internet es el punto de encuentro favorito de los posibles compradores con las marcas. Un 88% de los usuarios digitales aprenden de los productos que quieren adquirir en redes sociales, según datos de Nielsen Consulting Group. Así que es momento de ingresar al ecosistema digital con un plan de acción claro y muy realista.
1. No todas las redes sociales aportarán valor a mi emprendimiento
La idea de tener que abrir perfiles en todas las redes sociales es errónea. El éxito de una buena estrategia para tu negocio dependerá mucho de la frecuencia de tu comunicación y el público al que estarás hablándole.
Analiza si tu emprendimiento es más B2B, entonces quizá LinkedIn sea la mejor opción, pero si es venta o servicios a terceros, recomendaría tener un perfil y Marketplace de Facebook o un sitio web con integración de Whatsapp de negocios.
Tan solo Facebook genera más de 8 mil millones de visitas diarias a video contenidos, lo que supone más de 100 millones de horas de vídeo al día, por lo que tendría que ser una de tus primeras opciones de presencia digital.
Por otro lado, si tu producto o servicio cuenta con un componente importante visual entonces Instagram debería ser tu primera opción, pero si lo que quieres es engancharte con generaciones más jóvenes, deberás analizar Youtube, Snapchat y TikTok.
En resumen, una red social bien ejecutada es mejor que 5 perfiles mal administrados. Una mala gestión de redes sociales resta credibilidad y reputación a tu marca. El consumidor no se atreverá a invertir en algo cuya estructura no está solida.
2. Suma de audiencias
En años anteriores era muy difícil para las marcas aceptar estrategias en conjunto con otras marcas, creyendo erróneamente que restaría valor a sus productos. Hoy en día, la situación de pandemia nos demostró que el que no colabora tiene el doble de dificultad para avanzar.
Es momento de dejar a un lado los egos y buscar fórmulas para sumar esfuerzos. Un buen ejemplo son las colaboraciones de artistas o deportistas con una marca para lanzar una edición especial o las comunidades de emprendimientos y venta en Facebook. Siguiendo este esquema, la idea es tener una lista de posibles marcas con la que se puede generar una estrategia ganar-ganar, para que esos usuarios y clientes conozcan tu producto y viceversa.
Pensemos siempre fuera de la caja, en digital una tienda de macetas, puede
colaborar con un diseñador de modas, mientras que un servicio de paquetería puede ser de utilidad para una startup de tecnología. Lo principal es ser creativos.
3. Cuenta tu historia y la de tu equipo.
Humanizar marcas es una de las mayores tendencias de marketing de 2021, según estudios de Google. Los usuarios son más receptivos a marcas o servicios que cuentan su historia de vida, los retos y la misión que los llevó a emprender. Un 75% de los usuarios en digital reportan que seguirían activamente marcas que hablan del valor de sus empleados, según datos de la empresa Everfi.
El consejo para lograrlo es integrar a tus contenidos, posteos que presenten al equipo de trabajo, el detrás de cámaras de tu empresa, cuántas empleos se generan, qué comunidad apoya este producto y qué los motiva a seguir. Siempre permitiendo a tus empleados ser los principales embajadores de tu negocio.