¿Has visto cómo los granos de arena se desplazan dentro de un reloj de cristal, mientras te invade la angustia al sentir que no has hecho nada?

La obsesión por el tiempo y sacarle el máximo provecho, es una constante en la actualidad y tiene un nombre, se llama cronopatía, y puede causar estragos.

Nuestra sociedad occidental ha apoyado la idea, no solamente en las escuelas, sino desde los hogares, en que el tiempo debe aprovecharse al máximo. Es así como tenemos niños inscritos en materias extraescolares todas las tardes, de todos los días, dejando un tiempo limitado o prácticamente nulo para el juego y la convivencia.

A medida que crecemos esto es cada vez más notable. Hacemos ejercicio mientras escuchamos un podcast, preparamos una sesión mientras viajamos al trabajo, leemos mientras nos ejercitamos.

Todo esto que suena tan lógico y relativamente sencillo, nos hace dejar de disfrutar la experiencia y peor aún, a largo plazo provoca la sensación de sentirnos inútiles si en algún momento no realizamos dos o más tareas a la vez, creando una sensación en la que “desperdiciamos el tiempo”.

Actividades como la meditación o el mindfulness, se han dejado de lado por creer que nuestra sociedad no tiene “tiempo para perder” y que “tiempo es dinero”, generando así una idea obsesiva con el aprovechamiento del tiempo.

Dentro de esta problemática actual, no solo se encuentra la necesidad de satisfacer la exigencia social de ser productivo constantemente, sino que además integra la enorme dificultad para detenerse y descansar, ocasionando un agotamiento crónico, que impide disfrutar de los pequeños instantes o placeres de la vida, ocasionando incluso la desconexión de nuestras propias emociones.

A principios de siglo, hablar de “multitasking” era sinónimo de éxito. Hoy realizar múltiples actividades al mismo tiempo ha repercutido en una sociedad con cronopatía, y aunque aún no se considera un trastorno mental, sabemos que produce estrés, ansiedad y tensión emocional, factores desencadenantes de otras patologías orgánicas como hipertensión y problemas gastrointestinales.

¿Necesito ayuda profesional? Recuerda que siempre puedes acudir con un experto, pero antes, espera un poco, respira, no satures la agenda, busca obligaciones disfrutables, deja espacios sin planificar y disfruta del proceso, la vida es hermosa y solo viviéndola en cada uno de sus instantes podrás descubrir su verdadera belleza. Para, comparte, disfruta de los que quieres, inhala, exhala, ama, vive.

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