Para todo mal musiquita y para todo bien también

Por Casa Musik

La vida sin música sería un error, esto afirmó el gran filósofo Friedrich Nietzsche muy acertadamente, pues generar una concepción de un mundo cotidiano sin el arte de los sonidos y silencios parece irrisoria e insignificante. Más allá de la música como la industria y el negocio, el escuchar y sentir una canción que nos gusta nos genera una sensación de bienestar y felicidad, tornando así un día complicado en una oportunidad para sonreír.

Al escuchar música nuestro cerebro inmediatamente comienza a generar dopamina, que es un neurotransmisor del sistema nervioso que se encarga de distintas funciones humanas, tales como la regulación del sueño, la motivación, el deseo y el placer. Por dicho motivo la euforia viene a nosotros cada que escuchamos un buen cumbión.

La música también ayuda al sistema cardiovascular, pues al cautivarnos los vasos sanguíneos pueden dilatarse hasta un 26% con tus melodías favoritas, aunque también hay una respuesta negativa si escuchas piezas que no son de tu agrado llegando a contraer los antes mencionados hasta un 6%.

Pueden relajar o exaltar al cuerpo los ritmos que pongamos en las bocinas, pues el cuerpo y la música se combinan gracias al ritmo cardiaco. Si le ponemos play a una buena playlist con bits por debajo de nuestro ritmo cardiaco el ritmo respiratorio disminuye, lo que genera una sensación de relajación y tranquilidad, ya que si lo queremos es alborotarnos un poco y perder la compostura lo ideal sería poner canciones más rápidas.

No solo escucharla nos ayuda, sino también el entenderla y crearla, pues a las personas de edades avanzadas con formación musical de más de una década, es decir, los viejitos que echaron Rock más de diez años, muestran mejores capacidades cerebrales que personas que estudiaron de 1 a 9 años, o bien, que nunca entendieron que es un sostenido.

Todas las mentes trabajan de maneras muy diferentes y misteriosas, pero la música es una aliada muy poderosa para poder regular nuestros estados de ánimo y bienestar físico. Siempre es bueno el disfrutar nuestras canciones predilectas, sin embargo también es chido descubrir nuevas propuestas, ya que la música es un cuento que nunca se va a acabar.

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