¿Sabías que el plan de sucesión para tu empresa es comparable con el testamento para personas físicas? En resumidas cuentas, un plan de sucesión es como su nombre lo indica, planear, organizar, prevenir y anticipar lo que deseas suceda con tu negocio el día que ya no te encuentres activo en él.
Importante analizar y más aún aterrizar lo siguiente:
1. ¿Quién o quiénes están al mando en la toma de decisiones?
Debes tener estipulado quién va a administrar la empresa que con el paso del tiempo, esfuerzo y dedicación lograste consolidar, a fin de que siga el mismo rumbo de avanzada y aún mejor, aumente su tamaño y productividad. Es muy importante evitar que padezca los estragos del cambio de mando y sus respectivas consecuencias.
2. ¿Cómo se va administrar?
Es de gran relevancia establecer este punto también en el acta de asamblea correspondiente con los incisos a concretar para el correcto cambio de estafeta llegado el momento. En algunos casos, esto se establece desde la escritura constitutiva de la sociedad, sin embargo, he encontrado diversos casos en que no se realiza así o existen omisiones importantes dentro de los mismos.
3. ¿El patrimonio seguirá conformado de igual manera?
De lo contrario, establece en la asamblea correspondiente, la nueva forma de partición de las acciones llegado el momento. Si tu idea es que se conforme por nuevos integrantes, así
tendrías que establecerlo.
4. ¿Y tu capital humano?
Los trabajadores forman parte relevante tanto en el desempeño actual del negocio, como en la transición de la que hemos estado hablando. Un buen trabajador es un auténtico
tesoro para cualquier empresa, por lo que es importante considerar:
- Planes de carrera.
- Incentivos.
- Operatividad a largo plazo.
5. Beneficios de un plan de sucesión
Entre las ventajas de elaborar un plan detallado de sucesión, se encuentran:
- Continuidad de los proyectos.
- Transparencia y tranquilidad.
- Fomento de planes de carrera.
- Retención del talento.
- Mejora de la imagen de marca.
Es así que el plan de sucesión ha de aportar tranquilidad y confianza al resto de empleados, demostrándoles que la empresa tiene la situación bajo control y que sus procesos internos no se verán afectados por una baja imprevista.