Cada vez más se habla de la relevancia que tiene el bienestar en nuestro desarrollo y la importancia de cultivar espacios que nos ayuden a favorecerlo. Suena tarea sencilla, pero en un mundo tan vertiginoso como el actual, se vuelve algo complejo para cada persona en lo individual, por lo que se debe apostar a pensar en colectivo.

En el año de 1947, la Organización Mundial de la Salud, definió la noción de salud como el “estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solo a la ausencia de afecciones o enfermedades”. El bienestar está ligado al concepto de salud, entendiendo que, cuando somos capaces de tener ese balance entre nuestras distintas esferas de la vida, podemos manejar adecuadamente los retos que enfrentamos y entablar relaciones saludables con los demás y con el entorno.

El ser humano forma parte de un contexto, por ello, no se puede hablar de bienestar sin pensar en las condiciones políticas, ambientales y socioeconómicas que forman parte de su entorno. El bienestar también se liga a la calidad de vida y es necesario pensar entonces, en las características del ambiente, así como la manera en la que nos relacionamos con el mismo.

Con dichos elementos, es urgente reflexionar en que las generaciones actuales y futuras podamos desarrollarnos en un planeta saludable. Es ahí donde el concepto de bienestar ya no se ciñe solo a lo físico y lo mental, sino a los aspectos que atañen a lo socioambiental.

Esto implica reconsiderar el contrato social actual, un espacio de bienestar es un entorno capaz de brindar las condiciones para el desarrollo de todas las personas, considerar sus Derechos Humanos, equidad de género, paz, justicia social y la sostenibilidad del ambiente. Identificamos entonces que, el bienestar se construye colectivamente.

Zygmunt Bauman en su libro La Modernidad Líquida, plantea que nos enfrentamos a una disolución de lo colectivo para dar pie a una marcada individualidad, nos alejamos de aquello que nos mantenía unidos. El consumo, lo inmediato, es ahora lo que creemos que nos da satisfacción, pero no hace más que agotarnos con lo efímero.

Es momento de replantear los horizontes, reflexionar sobre qué es lo duradero y genuinamente importante en nuestra vida; recuperemos lo valioso de la misma, fomentemos un clima de esperanza al interesarnos por nuestro entorno, favorezcamos la cooperación, la empatía y el cuidado mutuo. Todas las personas somos valiosas y merecemos un espacio seguro y de bienestar.

Fuentes
Moreno, J. H. (2016). Bauman, Zygmunt. Modernidad líquida. México: Fondo de Cultura Económica, 2003. Política Y Cultura, 45, 279–282.
https://biblat.unam.mx/es/revista/politica-y-cultura/articulo/bauman-zygmunt-modernidad-liquida-mexico-fondo-de-cultura-economica-2003

Lograr el bienestar: Un marco mundial para integrar el bienestar en la salud pública utilizando un enfoque de promoción de la salud. (n.d.).
https://www.who.int/es/publications/m/item/wha-76—achieving-well-being–a-global-framework-for-integrating-well-being-into-public-health-utilizing-a-health-promotion-approach

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