Querido lector, es momento de ampliar ese universo musical que tiene años estancado. Los humanos somos seres de repetición; debido a esto, es usual que escuchemos una y otra vez nuestras canciones favoritas, pero como lo uno no está peleado con lo otro, incrementaré tu biblioteca musical, sin quitarte tus rolas preferidas.

Me apetece compartir contigo un manual primario y sencillo para aprender a apreciar la música clásica. Esa, que tiene cientos de años de longevidad y que aún sigue vigente.

Lo primero que debes saber es que eres un habitual escucha del género, pues la banda sonora de las películas que ves se hace con instrumentos de cuerdas, viento, percusiones, mismos que se usan en la música clásica. Mi objetivo aquí no es que escuches los temas de las películas, sino que sepas que existen formas sencillas de inmiscuirte al mundo de la música clásica.

Es bien sabido que la banda americana de thrash metal, Metallica, se ha echado a perder con el tiempo. La norma no. 3, párrafo 2, subsección 4, del libro inexistente de las 17 reglas no escritas del metal, dice: escucharás a Metallica desde su disco “…And Justice for All”, para atrás. Sin embargo, agradecí cuando sacaron un disco con la orquesta sinfónica de San Francisco.

“Devil Dance” es una canción que, en su versión original, carece de tanto que sencillamente es una más, pero escucharla con orquesta, ¡vaya experiencia! Llena todas esas partes vacías que tenía la original. Gracias a ese género que te rehúsas a escuchar, Metallica tiene una increíble versión de una canción carente de creatividad.

En los 70 existió una banda de rock progresivo llamada Gentle Giant. Su único objetivo, fue, experimentar a costa de no ser conocidos, ni famosos. Hoy los enaltezco con el crédito que merecen, tienen una canción hermosa llamada “Think of me with kindness”, y es perfecta. Nada la podría mejorar, hasta que la Royal Philharmonic Orchestra decidió honrar a las grandes bandas del progresivo y supera nuevamente con creces la canción original.

Una canción que tiene mayor cantidad de versiones que los años de vida de Chabelo, es sin duda alguna “Sabor a Mí”, pero la mejor es la del disco “José José Sinfónico”, un disco doble que vale la pena escuchar completo.

Siempre habrá una razón para conocer nueva música. Bueno, así lo veo yo.

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