Tiempo de calidad para la familia: construyendo nuestro mejor legado
El futuro de nuestros hijos está en casa. Y tú, ¿cuánto tiempo de calidad les dedicas? Sin celular, sin pantallas, de frente, de manera personal, sin distracciones.
El futuro de nuestros hijos comienza con la educación que les damos en casa, sin dejarlo a los profesores que les dan clases en la escuela. Una vez una profesora en la preparatoria nos dijo: “la educación comienza en casa, aquí solo vienen a pulirla”. ¡Y cuánta razón tenía! Pues los hijos en el aula son reflejo de lo que escuchan, de lo que ven y de lo que viven en el hogar.
El futuro de nuestros hijos depende de conocer el contenido de lo que consumen en las pantallas, en el internet, en las apps, en las redes sociales, en las series, en las películas, en los juegos virtuales, y especialmente en el diálogo que haya con ellos sobre los contenidos digitales.
El futuro de nuestros hijos está en enseñarles que el estudio y el autoconocimiento nos dan las bases para adquirir más capacidades y herramientas que nos brinden mayor seguridad y nos permitan afrontar con valentía y confianza los distintos retos que la vida nos pone.
El futuro de nuestros hijos se encuentra en transmitirles que la valía de una mujer es la misma que la de un hombre y que reír y llorar es sano sin tener que limitarnos por vergüenza u “hombría”.
El futuro de nuestros hijos está en mostrarles que ayudar al prójimo es un valor de solidaridad y un hábito que puede cambiar el rumbo de la vida de las personas. Y no solo con recursos económicos o materiales, sino con detalles como regalar una sonrisa, dar una palabra de ánimo o simplemente escuchándole.
El futuro de nuestros hijos está en lo que les enseñamos sobre el cuidado al medio ambiente, el consumo consciente del agua, de los recursos naturales, así como el no tirar basura. ¿Les enseñamos con el ejemplo?