En la Florencia renacentista nació y creció Lucrecia, hija del duque Cosme de Médici. Su hermana María, unos años mayor que ella, estaba comprometida con Alfonso, duque de Ferrara; sin embargo, tras la muerte de Lucía, Lucrecia tomó su lugar como prometida del duque. Finalmente, contrajo matrimonio con Alfonso el 3 de julio de 1558, cuando apenas tenía trece años.

Maggie O´Farrell nos presenta en su libro, Retrato de Casada, la breve vida de Lucrecia, desde su concepción hasta su muerte. La autora investigó a profundidad los hechos de la vida de su protagonista y los envuelve en una ficción maravillosamente narrada.
Desde el encuentro de Lucrecia con una tigresa que su padre tenía en su Casa de Bestias (la cual existió), hasta el inesperado final que le regala a nuestra pequeña duquesa una alternativa diferente a la realidad histórica.
Lucrecia siendo una niña se trasladó al Palazzo de Ferrera para comenzar su vida de duquesa teniendo una única misión: proveer al ducado de un heredero. Su esposo Alfonso, maravillado con la belleza de su esposa, la llena de atenciones y regalos, así como un trato delicado y amoroso.

No obstante Lucrecia es testigo del comportamiento de un duque autoritario, vengativo y cruel. El contraste de ambas personalidades en su esposo la llenan de temor y la hacen temer por su vida, y debido a la narrativa de la autora, lleva realmente al lector a temer por el bienestar de la duquesa, acompañarla en sus días de encierro interminable y a sufrir junto con ella la llegada de la noche mientras espera la visita de su esposo.
El arte es una constante en el libro, en la época donde la realeza fungía como mecenas de los artistas encargándoles variedad de obras, entre ellos los retratos que, en la actualidad, nos obsequian rostros y expresiones de personajes que no conoceríamos si no fuera por esa costumbre de hacerse retratar por el pintor de moda del momento.

Lucrecia, como la mayoría de los nobles de la época, posaba ataviada con un vestido y joyas que no demuestran su gusto ni su personalidad ante un pintor que solo busca el favor del duque.
Retrato de casada es un libro fascinante que nos lleva por la Italia renacentista y nos adentra en una corte llena de intrigas, en la que una jovencita vive atemorizada por su presente y su futuro.