¿Está preparada para enfrentar el futuro?

El actual discurso feminista menciona el empoderamiento y la transformación de la mujer, alegando “estructuras opresoras”, que no sabemos bien qué son, pero sirven a una disertación que, si no tomamos en serio, quedará en palabras huecas y sin sentido.

Es preocupante que las mujeres tengan la firme convicción de que a través del solo discurso las realidades han cambiado y el entorno les ofrecerá todas las posibilidades de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, la propia realidad habla por sí misma.

La mujer de hoy

En México, el 53% de la población estudiantil universitaria son mujeres, sin embargo, su participación es baja en carreras como ingeniería, tecnología, química, entre otras. Por el contrario, la matrícula más alta de las mujeres sigue siendo en las carreras de educación, trabajo social, enfermería y psicología.

Según el IMCO, en el área laboral el 46% de las mujeres mexicanas son económicamente activas, en contraste con el 76% de los hombres, y solo muy pocas mujeres trabajan en el sector de tecnología e información, que corresponden a las actividades laborales que serán más demandadas en el futuro.

La mujer de hoy

Estos datos nos hacen preguntarnos si la brecha de género en la educación y en la participación laboral, tiene causas externas o son las mismas mujeres que no han destinado su tiempo y esfuerzo en su propio crecimiento mental y cultural. Eliminar las brechas salariales y las desigualdades no terminarán hasta que las mujeres decidan prepararse y construir un camino de preparación en todos los sentidos posibles.

Por supuesto que terminar con el hostigamiento laboral, el acoso sexual y la violencia doméstica son temas prioritarios y que corresponden a las estructuras gubernamentales y a todos y cada uno de los miembros de la sociedad, no obstante, para que la mujer se empodere realmente y esto le permita construir su propio futuro, es imprescindible que se prepare, se eduque, se especialice y adquiera experiencia en el medio en el que desea superarse.

El futuro de las mujeres aún requiere que superemos algunos desafíos que son más de fondo, que no deben quedar solo mencionados en el discurso, sino permear a la vida cotidiana en forma de desarrollo humano.