Quizá una de las cosas que más hemos dejado en el olvido, dado que este mundo gira cada vez más deprisa, es el sueño. Sucede que, si se nos olvida dormir, también se nos olvidará lo demás; porque mientras dormimos, el cerebro guarda la información que adquirimos durante el día.
Durante la noche el cerebro secreta melatonina, una hormona que le indica al resto del cuerpo que es momento de descansar. Durante el día el cerebro produce serotonina. Este correcto equilibrio disminuye la secreción de cortisol, ese del que platicamos en la edición pasada responsable del estrés.
La realidad es que dormimos un tercio de nuestra vida, pero esto, en ningún momento es un desperdicio. Mientras dormimos, se generan nuevas conexiones interneuronales, lo que permite mejorar nuestra memoria, ser más creativos, y mejorar nuestra inmunidad, ritmo cardiaco y respiratorio. No solo se trata de despertar con más energía, sino mantenernos sanos y productivos.
Es importante crear una rutina para dormir, así que te comparto algunos factores que hay que tomar en cuenta para tener un sueño reparador:
- Las pantallas de celulares y televisores activan nuestro cerebro, piensa que es hora de comenzar de nuevo y resultará casi imposible conciliar el sueño.
- Algunos alimentos como la cafeína o el chocolate son estimulantes, por lo que será difícil tranquilizar a tu cuerpo. De igual manera, si cenas muy tarde, tu sistema metabólico querrá procesar lo que ingeriste, así que comenzará a trabajar, en vez de descansar.
- Hacer ejercicio siempre es bueno, pero recuerda que, si lo haces antes de dormir, estimulas tu cuerpo en vez de avisarle que es hora de descansar.
- La luz es un factor importante, mientras exista oscuridad en tu habitación, tu cerebro está preparado para producir melatonina, te relajarás y dormirás mejor.
- Si te cuesta un poco de trabajo relajarte, existen playlists especiales que te ayudarán y dejarás de darle vueltas a ese problema que te ha vuelto loco todo el día. Confía en que, si duermes bien, despertarás con la solución. Ahora comprendes de dónde viene el dicho: “Consúltalo con la almohada”.
Recuerda que debes dormir un promedio de ocho horas, y no quiero sonar romántica, pero la realidad es que siempre soñamos. Si eres de aquellos que recuerdan lo que soñaron, significa que tuviste un sueño más profundo y reparador. Así que venga, a dormir se ha dicho que, a este mundo le hacen falta soñadores.