Los conflictos forman parte de la vida y la manera de convivir de los seres humanos sin importar su cultura, edad, profesión o situación geográfica. Sin embargo, debemos aprender mecanismos de diálogo y asertividad que nos permitan hacerles frente logrando una convivencia pacífica.
Son inherentes al ser humano y también son una oportunidad de aprendizaje y superación cuando los afrontamos de forma constructiva, pues de lo contrario podemos entrar en un ciclo de violencia y daño para todas las partes involucradas.
Cuando el conflicto es de carácter legal, lo conveniente es buscar asesoría profesional para tomar los criterios adecuados en el manejo de este reto, y podríamos tomar las siguientes recomendaciones:
- Identifica exactamente cuál es el tipo de problema legal, si es penal, laboral, civil o familiar. Cuestiona al asesor legal si tendremos derecho a defensa pública o si es posible recurrir a defensa privada.
- ¿El conflicto realmente debe solucionarse de forma legal o puede ser resuelto entre los involucrados? Por ejemplo, en un problema vecinal o familiar, ¿es necesaria la intervención de la ley?
- Una demanda puede ocasionar un descalabro económico y de tiempo, por lo que sería conveniente buscar soluciones alternas al conflicto a través de la mediación o la conciliación, por lo que sería conveniente consultar con el asesor legal.
- En caso de considerar iniciar un conflicto legal, hay que tomar en cuenta si tenemos las pruebas suficientes y contundentes que nos den la seguridad de demostrar los hechos a demanda o podríamos fallar en nuestras pretensiones.
- Existen conflictos de distinta índole, desde laboral, cobranza, divorcio, violencia doméstica, daños, discriminación y más, por lo que se hace necesario buscar un asesor legal que se especialice en el área práctica que le compete.
Quizás lo más importante sea la actitud con la que enfrentaremos el conflicto, ya que para resolverlo de forma positiva es fundamental que ambas partes estén dispuestas a solucionarlo. Hay que recordar que no siempre podemos evitar los conflictos, pero si podemos encontrar estrategias eficaces para gestionarlos.