El Festival de Cannes del 2021 marcó el regreso de las alfombras rojas para eventos de este tipo, los cuales se vieron detenidos por la pandemia que el mundo sigue enfrentando, es por ello que hubo demasiada expectativa por lo que las celebridades elegirían para usar.

 

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Personalidades como Tilda Swinton, Timothée Chalamet y la española Ester Expósito fueron de los que robaron cámaras en esta edición, pero el look más aplaudido se lo llevó la supermodelo Bella Hadid, considerándola una de las mejores vestidas del festival.

Ella eligió llevar un vestido negro que era acompañado por unos pulmones bañados en oro, protagonistas del outfit, representando la idea de poder respirar, haciéndolos eternos, creando una obra de arte muy al estilo de la firma del vestido, Schiaparelli.

Elsa Schiaparelli creía que la moda era un medio de expresión. Así como lo hacían los pintores y escultores, ella lo hacía a través de los diseños que realizaba y daban resultados extravagantes para la época en que se desarrollaba y que siguen representándose ahora.

La diseñadora nacida en la Roma de 1980, es considerada una de las diseñadoras más excéntricas de la moda, muy al estilo de su gran amigo, Salvador Dalí, con quien colaboró más de alguna vez para crear piezas icónicas. Se dice que en sus inicios, vio a una barrendera armenia que llevaba un suéter tejido y le pidió que si podía tejerle uno parecido, pero con un moño formado del mismo material. Al tenerlo en sus manos y usarlos por las calles de París, el dueño de una famosa tienda departamental le pidió cien suéteres iguales para venderlos.

Schiaparelli fue contemporánea de Coco Chanel, sin embargo, llegaron a considerarse rivales por sus estilos completamente diferentes. Mientras que los diseños de Chanel eran conservadores, los de Schiaparelli eran más excéntricos, lo que provocaba cierta polémica.

A Elsa se le considera como un referente en la historia de la moda, pero no siempre aparece como una de las grandes, lo cual no le hace justicia. Para su época ella fue disruptiva, un claro ejemplo e ícono de referencia para casas de modas contemporáneas como Moschino y hasta podríamos señalar a Alexander McQueen, por mencionar a algunos.

De sus piezas más relevantes, se consideran el sombrero-zapato, prueba de la amistad e inspiración que le daba Dalí; también está el famoso “Lobster Dress”, inspirado en un teléfono creado por Dalí con la misma figura. Otra pieza fue el vestido con un corsé en forma de esqueleto, algo muy innovador para los años 30. Sus diseños también estaban inspirados en las partes del cuerpo humano, como los ojos, manos, boca, etc.

Poco se supo de la diseñadora después de su retiro, fue hasta después de su muerte en 1973, que su nombre resurgió en los aparadores de moda, reabriendo para 1977 Casa Schiaparelli, pero ahora vendiendo perfumes y accesorios.

Para el 2012 se reabre la casa de costura y dos años después se lanza la primera colección de alta costura. Actualmente, la dirección creativa de la firma la tiene el diseñador Daniel Roseberry, encargado de diseñar y plasmar el espíritu extravagante de lo que alguna vez realizó Elsa.

Este año, el nombre de la firma ha aparecido en eventos emblemáticos, como el festival de Cannes y la toma de protesta del presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, ya que la controversial Lady Gaga eligió un vestido negro con rojo, el cual llevaba un broche en forma de paloma, haciendo referencia a la paz que debe imperar en el mundo.

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