El dolor, la memoria y el silencio se entrelazan en una historia basada en hechos reales.

En estos días leí “Todo lo que no sabemos” de la autora regiomontana María de Alva, la novela nos presenta la historia basada en un caso real ocurrido en la década de los años setenta en la ciudad de Monterrey.

Un padre de familia es asesinado a quemarropa a plena luz del día. Cuando su hija e hijos regresan de la escuela se encuentran con la noticia de que su papá ha muerto. A partir de ese día la familia sufre una transformación.

Su nombre no se vuelve a mencionar, las fotografías y pertenencias desaparecen, los hijos e hija añoran el recuerdo de su padre, pero al ver a su madre vivir en una profunda tristeza deciden guardar silencio al igual que ella.

Conforme pasaba las páginas del libro y me inundaba del silencio de la familia protagonista, al recordar que se basaba en hechos reales, me preguntaba cómo era posible que condenaran al padre a una muerte absoluta, en donde nadie lo nombraba mientras la imagen de su cara y el sonido de su voz se desvanecía en el recuerdo de cada miembro de la familia.

La historia narrada a cuatro voces nos cuenta también la historia de una mujer con diagnóstico de un cáncer muy avanzado y cómo vive su enfermedad mientras recuerda lo sucedido con su padre décadas atrás.

Todo lo que no sabemos nos presenta la realidad que se vivía en Monterrey en los años setenta después del asesinato de Don Eugenio Garza Sada y la relación con la Liga Comunista 23 de Septiembre, que estuvo en activo en esa década. Este libro es la mezcla perfecta entre novela negra, histórica y la historia de una familia sumergida el silencio de
un doloroso duelo.

Creo que la persona no muere mientras la nombremos y recordemos su presencia en nuestra vida, por medio de sus frases, sus lugares, comida y música favorita. Cada persona vive su duelo de manera diferente; hay quienes encuentran paz en el silencio y olvido, otras en la memoria y en el recuerdo. Cada uno lleva como puede el dolor de la pérdida y ausencia, y aprende a vivir sin la presencia física de la persona transformándola en una nueva vida. Cada quien decide si más triste o más feliz.

María de Alva es una autora que vale la pena leer y conocer ya que nos ofrece una narrativa sumamente personal, intrigante y emotiva a la vez.

María de Alva